Muy pero que muy buenos días, cuentacuentos!!!

Jé, post número XL…qué simpática casualidad.

Voy a hacer un experimento que llevaba un tiempo queriendo hacer: escribir viendo «Cuéntame». Qué grande Antonio Alcántara, coño. Antoñito es de esas personas que envidio, y le envidio no por sus valores o temperamento (((maldito fucker está hecho Carlitos, joder))). Le envidio porque si tú repasas su vida, el tío ha hecho de todo. Ha sido ordenanza, empresario inmobiliario, político, dueño de una imprenta, una tienda de banderas y una bodega. Ha tenido un hijo abogado, escritor, dueño de un bar, una hija adicta a las drogas y nudista, un yerno cura, un periodista, y todos ellos han estado perseguidos por la justicia (salvo la pequeña, de momento, y tiempo al tiempo). Ha viajado por el mundo, se ha casado, tenido 4 hijos, ha engañado a su mujer, se ha separado y reajuntado de nuevo. Su mujer ha sido ama de casa, estudiante universitaria, madre tardía, empresaria como él, dueña de una peluquería, modista. Ha vivido en el Barrio de Salamanca y en un barrio humilde de Madrid, su banco quebró y le dejaron sin un duro. (((Ostia el yonki pidiendo un condón, esto se lía))) Antonio ha pasado una dictadura, una transición, la votación de una Constitución y una democracia. El terrorismo de los GAL y el de ETA, del que vivió hasta un atentado en directo viendo el coche de Carrero Blanco por los aires.

No digo que Antonio Alcántara sea un ejemplo del hombre español medio, porque más quisieran algunos haber vivido, sin ni siquiera haberse jubilado, lo que él. Y ahí es donde quería yo llegar. (((Vaya sopapo le ha pegao Herminia a Antonio, por cierto))) Yo quiero una vida así. Intensa, llena de anécdotas, sin parar de hacer cosas, pudiendo decir que he hecho de todo y que todo me ha llenado. Ojalá pueda llegar a ser como Antonio y sus allegados: abogado, empresario, viajante, escritor, político, director de cine… Y llegar un punto en el que me apetezca contar cuentos, y todos ellos estén llenos de experiencias, viajes y gente de todas partes y de todas clases.

(((En el pueblo éste se está habiendo un follón que no van a saber ni dónde se han metío)))

Cuentos, eso sí, no como los que se oyen últimamente, de partidos que no querían ver a otros ni en pintura y de repente uy qué amiguitos todos y qué paseítos tan bonitos cogidos de la mano vamos a hacer, o de opciones que antes eran impensables y ahora nadie se cierra a nada. Supongo que los días nos irán diciendo cuáles de todos los cuentos contados eran de verdad y cuáles de mentira. Igual que yo, que los días me dirán cuáles de los cuentos que terminaré contando serán inventados, y cuáles serán pura y fantástica verdad.

Que paséis un fin de semana que os dé muchos cuentos que contar.

(((Pero qué jefaza es Herminia, madre mía)))

P.D: Mucha mierda en tu nueva aventura por tierras gaditanas, hermanilla. Que ya sabes que lo de «mucha mierda» viene de cuando antiguamente la gente ricachona acudía al teatro en coche de caballos, y mientras estaban allí parados y se bajaba toda la familia, pues el animal lógicamente hacía sus necesidades. Y cuando en vez de teatro había corral de comedias que encima era gratuito, y los actores cobraban de las monedas que lanzasen los espectadores al escenario, pues si antes de empezar un miembro de la compañía se asomaba y había mucha mierda, pues la cosa parecía que iba a ir bien.

Ea, ahí tienes mi regalo de cumpleaños: el origen de una expresión. Tranquila, no hace falta que te sientas apabullada, sé que soy extremadamente generoso, algún día me compensarás.

(((Capitulazo de la serie, sí señor. Vaya tensión)))