Antes de nada, me gustaría explicaros por qué llevo más de un mes sin publicar nada, con la frustración y noches sin dormir que sé que eso os ha provocado, pero no os voy a engañar: no os va a gustar.

La primera semana tras mi última entrada, fue el Black Friday y tuve que tomar una decisión importante: me mudo o no me mudo. Y sí, para los que no lo sepáis, mi Black Friday consistió en que me mudo a un piso y a un barrio mucho mejor, lejos del maldito estadio ese de merengones. La segunda semana, que si visita de amigos y que si duplicado de tarjeta. Le envío besitos al hijo de fruta que se haya comprado medio Worten a mi costa, ya de paso. La siguiente semana era el puente de la Constitución (y la Inmaculada, que los ofendiditos onomásticos si no lo menciono me dan cera) y yo tenía mucho pulpo que comer y mucha Estrella de Galicia que beber (((clin clin. ¿Habéis oído? Es el sonido de cash que llega a mi cuenta por hacer publicidad))). Y la semana pasada entre el torneo de pádel donde lo estamos petando, y las cenas, almuerzos, meriendas, desayunos y vermuts navideños, pues no di a basto.

Os dije que no iba a gustar básicamente porque el párrafo anterior donde os cuento mi aburrida vida os lo habéis comido de gratis y sin venir a cuento, pero avisados estabais.

Eso sí, en compensación, y como no quiero dejar pasar la idoneidad de las fechas, quiero desearos a todos unas Felices Fiestas. ¿A todos? Bueno, a algunos con más cariño que otros.

Felices Fiestas a los que cruzan el Estrecho jugándose la vida huyendo de una realidad inenarrable. A los que pondrían un muro en Melilla y Ceuta y están a favor de las palizas y disparos a personas que no tienen otra salida para no morirse en su país, no os voy a engañar, me cuesta más desearles unas Felices Fiestas, pero aun así se las deseo y sobre todo les deseo que los Reyes Magos les traigan viajes y experiencias que les hagan ver otras realidades y les ayuden a cambiar de opinión.

Felices Fiestas a todas las mujeres que salen a correr sin miedo, a las que salen de casa guapas y con la falda tan corta como les dé la real gana, y a las que vuelven de fiesta solas a casa de noche sin mirar por encima del hombro. Brindo por vosotras y porque en 2019 dejen de tener miedo el resto, aunque sea difícil. A los que creen que el feminismo no aboga por la igualdad, critican las medidas que se impulsan para equilibrar una realidad cuyas estadísticas claman al cielo, o tienen en la boca frases como “pues en la tele no salen las cifras de hombres asesinados por mujeres”, qué le vamos a hacer, también les deseo unas Felices Fiestas pero sobre todo les deseo que 2019 les traiga mucha lectura y mucha más información, que no les vendrá mal.

Felices Fiestas a los íberos, a los fenicios, a los griegos, a los tartessos, a los romanos, a los visigodos, a los musulmanes, a los judíos, y a todas aquellas culturas diferentes que han pasado por mi querida Andalucía y que la han llenado de riqueza de todo tipo. A los que quieren reconquistar Andalucía y convertir en otro tipo de cortijo lo que ya es un cortijo, cerrando su mente a la diversidad étnica, lingüística y cultural que ha caracterizado siempre a nuestra tierra, Felices Fiestas igualmente, y que 2019 os traiga tolerancia y muchas conversaciones con gente de toda ideología, nacionalidad y credo.

Felices Fiestas a todos mis amigos, los que están en Madrid y los que tengo más lejos. A los que veo más que a mi familia, y a los que veo una vez al año pero en 5 minutos, tras habernos puesto al día, comenzamos a hablar de chorradas. Felices Fiestas a los que un guiño cómplice dice más que 20 minutos de conversación. A los que pensáis como yo, y a los que no, paciencia para aguantarme (y les pido de paso a los Reyes yo también un poquito para mí, que sois muy duros de mollera algunos). A los que no me consideráis amigo, Felices Fiestas igualmente, que posiblemente tengáis buenas razones (o no) para no considerarme en vuestro círculo.

Felices Fiestas a toda mi familia. A la de Castro, a la de y Vázquez-Lobo, y a la Díaz también (y por ahí hay un Salazar perdido según he oído). Porque si en estas fechas siempre me encanta reunirme con vosotros, por algo será. Y porque si se organizan almuerzos de 80 personas, no me importa recorrerme 1.200 kilómetros en coche en un fin de semana con tal de conocer a Lobos que salen de debajo de las piedras.

Felices Fiestas a ti que me estás leyendo y, lo que es peor aún, has aguantado hasta el final de otra entrada más que me da por escribir lo primero que se me ocurre. Seas fiel y me leas cada vez que escribo, o seas infiel y pases de mí la mayoría de veces, gracias de corazón en cualquiera de los casos, y te deseo lo mejor para 2019.

Sonreíd, que es gratis.