Lunes.

6:30. Suena el despertador.

Preparo la bolsa del gimnasio. Saco la ropa para el trabajo. Me ducho. Preparo el desayuno. Veo las noticias. Friego. Me lavo los dientes. Me visto. Lentillas. Colonia.

7:30. Salgo de casa.

Camino 15 minutos hasta donde me recoge el “bus escolar”. Escucho la radio. Grabo audios de whatsapp. Autobús. Whatsapp/Telegram/Facebook/Instagram/Twitter/Gmail/Noticias/Duolinguo.

8:20. Llego al trabajo.

Trabajo. Trabajo. Café. Trabajo. Más trabajo. Comer. Trabajo. Café. Trabajo. Que-se-acabe-esto-ya-por-Dios.

18:30-19:00 (con suerte). Salgo del trabajo.

Bus. Plan A: Mini-siesta. Plan B: móvil y búsqueda de grupos organizados armados y violentos que aboguen por acabar con el capitalismo y el trabajo.

19:15-19:30. Entro al gimnasio.

Tríceps. Bíceps. Pechos. Santi, los de la morena no, los tuyos coño. SU COÑO MARCADO POR ESOS LEGGINS TAN APRETADOS TAMPOCO SANTI, CÉNTRATE JODER.

21:00. Salgo del gimnasio.

Más audios de whatsapp. Mis amigos deben adorarme.

21:15. Entro en casa.

Latita de atún como parte del proyecto Santi-fucker-tó-petao-de-playa-summer-2018-oh-my-god-who-the-hell-is-that-guy-let’s-go-with-him-and-with-our-seven-Victoria’s-Secret-models-girlfriends-to-his-fucking-house. Saco la ropa de la bolsa del gimnasio. Me ducho. Ceno. Capítulo de Netflix/HBO. Tarea aleatoria de amo de casa tieso que no se puede permitir un esclavo que se la haga: lavadora/plancha/limpieza general/tender-destender la ropa/cambia la ropa de cama que llevas 4 meses sin cambiar/etc.

23:30-00:00. Leo. Duermo.

Martes.

6:30. Suena el despertador.

Desayuno. Noticias. Dientes. Lentillas. Colonia.

7:30. Salgo de casa.

Caminar. Radio. Whatsapp. Bus. Redes sociales.

8:20. Llego al trabajo.

Trabajo. Más trabajo. Café. Comer.

19:00. Salgo del trabajo.

Bus. Siesta.

19:45. Entro al gimnasio.

Músculos. Más pechos.

21:15. Salgo del gimnasio.

21:30. Entro en casa.

Atún. Ducha. Cena. Serie. Lavadora.

00:00. Leer. Dormir.

Miércoles.

6:30. Despertador. Desayuno. Noticias. Caminar. Radio. Bus. Móvil. Trabajo. Café. Comer. Trabajo. Bus. Gimnasio. Ir a comprar que me estoy quedando sin provisiones para la guerra nuclear con Cataluña. Casa. Netflix. Leer. Dormir.

Jueves.

Despertador. Desayuno. Bus. Trabajo. Bus. Nada de gimnasio que hoy he quedado con Javi. Que los vecinos se van a pensar que somos pareja de hecho gay, por cierto. Cervecita. Cervecita. Tapeo. Cervecita. Casa. Dormir.

Viernes.

Despertador. Me cago en Javi y en toda su ascendencia directa. Trabajo. Red Bull te da alas. Bus. Almuerzo en casa. Simpsons. Siesta. ¿En qué siglo estamos? Ducha. Ropa. Salir. Cervecita. Tapeo. Cervecita. Copa. Copa. Discoteca. A las 8 en casa. Llegar antes es un fracaso en la vida.

Sábado.

Despertador a las 13:30. Ibuprofeno. Servesita al congelador. Simpsons. Almuerzo. Siesta. ¿Por qué hay coches voladores en la calle? Ducha. Ropa. Salir. Beber. El rollo de siempre. A las 7 en casa. FRACASO ABSOLUTO DE PERSONA.

Domingo.

Despertador. Ibuprofeno. Leer cartas de agradecimiento de Barceló y Cinfa por gastar tanto en sus productos. Comer. Siesta. Pereza de pensar en mañana. Mejor lo rebajo tomándome algo por ahí. Cervecita. Dormir.

Lunes.

6:30. Suena el despertador.

…

Y así, casi un año ya. Y en medio de todo eso, respirando también de vez en cuando.

Luego me preguntaré que por qué se me ha pasado este Erasmus 3.0 volando. O por qué moriré joven. Y otros me preguntaréis que por qué muchos viernes no escribo ni os reenvío el mail del viernes. Pero es que lo que leéis es lo que es: una semana cualquiera. La semana de la marmota.

Que paséis buen finde que a mí me empieza a ir tocando café, trabajo, bus, vienen los liantes de Utrera…uf qué mala pinta tiene todo.