Muy pero que muy buenos días, ludópatas!!!
A los que habéis tenido no un puente sino la maldita carretera de Los Cayos de Florida, os deseo lo peor leyendo esto desde vuestro retiro paradisíaco donde quiera que estéis, y si se os cae un coco en la cabeza ahora mismo, mejor.
Pero vuestra vida de ensueño me da igual: yo estoy feliz ahora mismo porque ya tengo jamón en casa y me cargo todas las mañanas una tostada con 2 kilos de jamón, lo cual hace frotarse las manos a mi futuro cardiólogo.
Aunque lo que de verdad, DE VERDAD me hace muy feliz es esto:
Sí amigos. ME VOY A LAS PUTAS VEGAS. (((Que no es lo mismo que irse de putas a Las Vegas, ojo…aunque tampoco quita que a veces coincidan, claro)))
Salvo catástrofe descomunal de dimensiones hecatómbicas, el menda lerenda se va en febrero a la ciudad del pecado. Y no un viaje así en plan de «venga vamos a ver Las Vegas por la amplia cultura norteamericana que tiene», no. En plan despedida de soltero. Literal. Y no la mía, ojo (((tranquilas fans, no os pongáis nerviosas))).
De aquí al 17 de febrero, queda abierta una votación para que se cumpla alguno de los siguientes planes:
- Que enganchemos a un chino calvo y nos dediquemos a jugar a los dados, pasándoselos por la cabeza cada vez que vayamos a lanzarlos.
- Localizar la casa de Mike Tyson, pegarle un bocado en la oreja y robarle el jodido tigre.
- Comprar kilos y kilos de burundanga y gasear al Caesar Palace (que es donde nos quedamos) y que lo de Resacón en Las Vegas se quede en un cuento para niños de parvulario.
- Disfrazar al que se casa de Kim Jong-un, atarle una bandera comunista y pasearlo delante de las fuerzas del orden a ver cuanto dura sin que le peguen 4 tiros.
- Tirar la casa por la ventana y apostar 1.000 dólares a un número. Perderlos y celebrarlo con un mojito a 30 dólares el vaso.
Se aceptan también nuevas ideas. Y también se aceptan encalomaos de viaje, que después del fin de semana de la despedida estaré 7 días de viaje por California. En la despedida igual pegar no pegáis mucho si no conocéis al que se casa, pero vamos que el chaval aunque sea un poco capullo tiene su qué.
Por cierto, lo de tirar la casa por la ventana viene del reinado de Carlos III, que en el siglo XVIII implantó la Lotería en España, pagándose el premio por el Estado. Como el premio era suculento y seguro de cobrar al venir de las arcas públicas, cuando la gente ganaba se decía que se podía empezar una nueva vida, y se les iba de las manos celebrándolo y tirando los muebles y objetos viejos por la ventana de la casa, al tener la posibilidad de renovarlo todo.
Que paséis todos un buen fin de semana! (o final de acueducto ¬¬ )
P.D: Oye por cierto, del accidente del avión de LaMia en Colombia, ¿alguien sabe algo de la otra mitad de los pasajeros fallecidos que no eran del equipo de fútbol? Ajam…
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