Bueno chavales, feliiiii añoooooooooooooooooooooooooooo oooooooo!!!

Espero que hayáis pasado unos días cojonudos y ya tengáis buenas anécdotas que contar en este 2015  y por qué no cosas de las que arrepentiros granujillas (por qué bebería tanto, por qué me pondría esa minifalda en fin de año con la rasca que hacía, qué hago yo despertándome en este establo con animales y dos menores desnudas a mi lado y esos policías apuntándome…en fin, lo típico).

Como ya sé que muchos y muchas habréis tenido ese amago de propósitos de año nuevo que tan tópicos son, os propongo algunos diferentes:

– Cocinar como regalo para alguien que nunca habéis cocinado
– Hacer un voluntariado
– Iros a dar un paseo solos por el parque o un sitio que os guste con vuestra música preferida
– Leer todos los días e informaros sobre algo que tengáis curiosidad (o bueno venga, una vez a la semana al menos mamonas)
– Comprar en una tienda de comercio justo
– Ver un documental (¿y por qué no uno que NO sea de La 2 para la siesta?)
– Probar una comida exótica que no hayáis probado nunca

…y para todo lo demás, usad vuestra imaginación y echadle ganas, que en nada os estoy deseando Feliz 2016 y ya no tendréis tiempo.

Y para los que no obstante sois de los míos, que los de celebrar un año nuevo es anecdótico, os dejo una reflexión (no es mía):

Una vuelta al sol resulta suficiente para querer olvidarlo que antes celebramos y celebrar lo que después olvidaremos.

Demasiado a la basura y excesivas pretensiones.

Yo voto por cambiar de referencia y celebrar las vueltas

que da la tierra sobre su ombligo, para que lo que se olvide o se celebre

no sea de poliespan y tus labios me besen todas las lunas.

Feliz día nuevo y buen finde!