Total que a este ritmo a tu madre y a mí nos dejáis sin que se perpetúe el apellido, ¿no?
Cuando esta frase te la pronuncia tu padre, quiere decir que has entrado en la treintena por todo lo alto y que va a ser una década maravillosa. Ser pocos primos y ninguno con visos de casarse o tener descendencia en un corto o medio plazo, sumado a unos padres que están jubilados y, por tanto, con mucho, DEMASIADO tiempo libre para pensar, hace un cóctel molotof que ni la Coca-Cola con Mentos.
Pero lo que realmente no ayuda a eludir ese tipo de comentarios es el que te inviten a todas las bodas habidas y por haber. Y si encima eres como yo que no sabe decir que no a nada, apaga y vámonos. Porque amigos, no sé ustedes, pero aquí el menda ya ha ido a 4 este año, y este fin de semana cierro la temporada de matrimonios 2019 con la quinta en Sevilla.
5 bodas. 5 PUTAS BODAS. Ojo, y que conste en acta: me encantan las bodas, me CHIFLAN. Seguramente me gusten todas menos la mía, por eso la estoy retrasando tanto. ¿Que por qué me gustan tanto? No hay una sola razón, así que hagamos un listado de las cosas buenas que tiene cualquier evento matrimonial:
- Hay comida para 100 Obélix. Y además, yo a cada boda que voy parece que los novios de una a otra están compitiendo para ver quién hace colapsar más a sus queridos invitados. ¿Que a ti en tu anterior boda te pusieron 10 aperitivos? Pues en la mía vas a tener 35. ¿Que en tu anterior boda te pusieron además de cocktail de pie, menú sentado con carne o pescado? Pues el mío tendrá carne Y pescado, y que reventéis ahí. ¿Que acabas de ir a una boda que puso recena de perritos al final de la noche a pesar de que la gente usaba los baños como vomitorios cual cena-bacanal romana? Pues yo te pongo un maldito puesto de churros con chocolate DESDE QUE EMPIECE LA PUTA BARRA LIBRE Y MORID TODOS COMO CABRONES. Así que anotad lo que voy a hacer yo: pa la próxima llevo un saco lleno de tuppers, lo relleno y estaré alimentando a la ciudad de Madrid durante 1 año.
- Accesorios originales. Ese pañuelito de tela blanco que tu padre usaba para sonarse los mocos y que tú heredaste y que no sabes qué hacer con él…esos tirantes que si fueras al trabajo con ellos sabes que te mirarían raro…esa corbata de patitos que en el trabajo ya directamente te vetarían en la puerta…una boda es una oportunidad de oro para ponerte unos accesorios que otra gente ni cobrando millones se pondría.
- Fofocols. ¿Tienes el frigorífico soso sin ninguna foto que exponer? ¿Llevas días sin publicar ninguna estori buena en tu Instagram? ¿Tus fologüers ya no te quieren? No te preocupes, las bodas son un imán para fotos de postureo que harán que tengas más seguidores que la Dulceida esa.
- Despedidas de soltero. La excusa perfecta para quitarle la poca dignidad que le queda a tu amigo el que se casa, liarla por la calle con eximente legal, e ir a un estriptis sin que ninguna novia se mosquee.
- Trajes. Los que somos abogados de pega (es decir, los que no trabajamos en despacho 16 horas al día, sino sólo 15 y en oficina) y sevillanos, sólo nos ponemos el traje 4 veces al año: fin de año, Semana Santa, Feria, y en las bodas. Por lo que las bodas son el típico evento donde tienes la oportunidad de amortizar aquel traje que te regalaron tus padres hace unos años y que no sabías cuándo estrenar.
- Lo más importante, lo vital, lo crítico, lo único realmente necesario e indispensable de una boda, aquello que puede estar de hecho sin que estén los novios. 2 palabras fundamentales: “barra” y “libre”. Fin. Sin aditivos.
Con todos estos argumentos, ¿a quién en su sano juicio puede no gustarle una boda?
PUES A LOS POBRES COMO RATAS COMO YO, MAMONES. Que 5 bodas + 4 despedidas de solter@ a las que estaba invitado NO SON BARATAS PRECISAMENTE. Y si yo fuera un tío que todos los fines de semana se queda en su casa, VALE. Pero no siendo así, a este paso me embarga el banco hasta el antifaz de dormir, cagoentó. Además os he contado arriba la parte positiva de todo obviamente, pero veamos las negativas:
- Hay comida para 100 Obélix. Sí claro, “comer es un placer” como dijo el susodicho en las “12 pruebas de Astérix”, pero cuando eres un viceverso o intento de serlo como yo, las tabletitas de chocolate del abdomen se te han ido a la trigésima gamba que te zampas. Que parece que no has comido gambas en tu vida, Hulio. Y además, tú piensas que te está saliendo gratis PERO NO, hace unos días hiciste una transferencia que igual te merecía más la pena haber reservado en El Bulli.
- Accesorios originales. Siento tirar de tópico heteropatriarcal, pero ponte tú, tío daltónico que eres que piensas que “burdeos” es sólo una ciudad y “gris marengo” un postre de vanguardia, a combinar en cada boda pañuelo, camisa, traje, corbata, tirantes y, si me apuras, calcetines. Que ya podrían crear un Candy Crush pero de estilismo, coño. Y de nuevo un detalle: CUESTAN DINERO.
- Fofocols. Imagínate dentro de unos años, sentado plácidamente en un sillón, enseñándole desde la Tablet (o lo que haya entonces) las fotos de tu juventud a tu nieto, orgulloso, y diciéndole mira chaval, aquí está tu abuelo en la boda del tito con un sombrero de mariachi, un bigote de pega y un cartel que pone “hoy follo, mañana fatatas fritas”. Respeto generacional perdido en 2 segundos.
- Despedidas de soltero. Sí, muy divertido emborracharte con tus amigos en Calatayud porque uno de ellos había oído que las fiestas del patrón local “se ponen muy bien, que me lo ha dicho mi primo tercero que vivió allí un año”. Pero cuidado con los novios que ya hayan pasado por una despedida anteriormente, que usarán todo su rencor acumulado para cebarse con el siguiente. Y así sucesiva y cumulativamente. De hecho, hay gráficas que describen ese crecimiento exponencial. Al último que se casa del grupo directamente le obligan a hacer puenting pero sin cuerda. Y a mí me hace mucha gracia: no sólo te tienes que pagar tú todo por perder la dignidad 2 días en Calatayud con una camiseta hortera, sino que encima se lo tienes que pagar al novio. Amos no me jodas.
- Trajes. Decía que sólo nos poníamos el traje 4 veces al año, una de ellas en las bodas…pero claro, si hago cuentas con el 2019, me sale más días con traje que días tiene el año. Y para no repetir además te tienes que comprar MUCHOS trajes y tenerlos limpios para la ocasión. Y cuando las bodas son después de la Feria, el albero de los trajes no se quita solo y no sale gratis, ni tampoco las manchas que se te forman 100% seguro tras cada noche de barra libre. Y si las bodas son fines de semana seguidos COMO ME HA OCURRIDO A MÍ pues los lamparones con los que te presentas de una a otra son de órdago.
- La barra libre en verdad para qué engañarnos, es un despropósito. Qué necesidad hay de terminar bailando reguetón con la abuela de la novia, a ver. O de meterle cuello al urinario del baño. Por favor, que gasto más en ibuprofenos para la resaca más que Leticia Sabater en operaciones de estética.
Y en general, que no puede ser sana tanta boda, que me vais a llevar a la tumba antes de tiempo y ya verás como la cosa acaba como el título de esta entrada, siendo el funeral el mío.
Así que amigos, os quiero tela, pero DEJAD DE CASAROS YA por Dios… y por lo civil.
Muy bueno, Santi querido….justo el día antes de mi boda 😀
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajajajaja enhorabuena!!! Seguro que la tuya sale genial 😄😄😄
Me gustaMe gusta
¡Muy bueno, Santiago!
No quiero hacer presión, que lo del apellido en realidad no tiene mayor importancia, pero mira a tu alrededor y dime, ¿cuántos solteros quedan en tu grupo de amigos? Lo que te gastas en bodas dentro de poco te lo gastarás en regalos de bautizos y primeras comuniones. A este paso, en tus próximas quedadas estarás rodeado de carritos de niño, potitos, dodotis y berrinches de chiquillos. No te arriendo las ganancias.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tampoco me cambio por los que tengan que aguantar esos carritos, potitos, dodotis y berrinches a diario, no te voy a mentir
Me gustaMe gusta