Años 2012 y 2013.
Artur Mas gana las elecciones catalanas, y entre sus objetivos políticos está la convocatoria de una consulta popular no referendaria para conocer la opinión del pueblo catalán acerca del futuro político de la Comunidad. Desde el Parlament, se empieza a discutir cual o cuáles tienen que ser las preguntas de dicha consulta. En paralelo, comienzan las conversaciones con el Gobierno Central para pactar dicha consulta. El Gobierno, al principio reticente por las vistas que aquello tiene de referéndum soberanista, termina entrando en razón y le compra al Parlament lo de una consulta no vinculante: le convence aquello de conocer si realmente lo que dicen los partidos independentistas es cierto o no. ¿Hay realmente en Cataluña un sentimiento independentista tan fuerte como para hacer tambalear los cimientos de la unidad del Estado, o realmente ha sido todo siempre una pantomima para tener protagonismo y mayores favores que el resto de comunidades? Sólo hay una forma de averiguarlo.
El Gobierno empieza a motivarse, y no sólo permite la consulta, sino que la promueve y se sienta a negociar con Artur Mas y compañía. Los líderes de CiU no dan crédito. Se habían marcado un órdago y no sólo se lo han comprado sino que les están dando cancha para negociar. El problema de negociar en esas condiciones es que, ya que te dan la oportunidad, no puedes desaprovecharla tan airadamente o puedes quedar realmente mal ante tus votantes y resto de amigos en el Parlament que no se esperaban tal giro de los acontecimientos. Por lo que Mas y compañía terminan aceptando las siguientes premisas:
- El Gobierno tiene que defender la Constitución, por lo que la consulta efectivamente tiene que ser meramente consultiva. Eso sí, existe un compromiso político de que, bajo ciertas condiciones y de salir el sí a un Estado catalán independiente, se comenzarán rondas de consultas tras la votación con todos los partidos para discutir la necesidad o no de revisar la Constitución, e incluir entre otros el derecho de las Comunidades Autónomas a poder decidir su autodeterminación (como por otra parte recoge la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU, suscrita por España e incluida en la Constitución en su artículo 10 como norma general de interpretación de todas las libertades y derechos fundamentales incluidos en ella. Ya que nos ponemos estos días cuñados con la Carta Magna…)
- No obstante, y para que la consulta tenga cierta vinculación política, primero tiene que haber un porcentaje de participación alto. Pongamos al menos un 60%-70%. Y para llegar a dicho porcentaje, el Gobierno central se compromete a fomentar la participación, siempre y cuando haya una campaña equitativa: nada de todo por el sí o todo por el no, que haya informativos lo más imparciales posible, con las televisiones públicas intentando estar lo menos manipuladas posible (tanto la estatal como la autonómica, ojo), y con eventos y campañas donde se informe de unas y otras consecuencias. Es muy complicado, pero se intenta conseguir.
- Además de una participación elevada, al ser un tema tan crítico no vale con que el 51% vote que sí. Para algo tan dramático como escindir un territorio de otro con todas las consecuencias y conflictos que podrían acarrear tanto políticos, económicos y legales como, sobre todo, sociales, hace falta algo más que la mitad más uno de los votos. Pongamos, al menos, de nuevo un 60%.
- Y por último, consecuencias. De salir el sí, nos sentamos a negociar para que dentro de un marco legal y constituyente se tenga reconocido el derecho de autodeterminación. Pero de todos, ojo. Y que tenga su esquema correspondiente: primero elecciones, petición oficial del Parlamento correspondiente bajo ciertas premisas, disolución del mismo de darse la mayoría y convocatoria de un referéndum. Pero si sale el no, ojito: no me vayas a estar pidiendo cada 4 años otra consulta de lo mismo. Tampoco te digo que de manera eterna no se vaya a poder plantear de nuevo un escenario parecido, pero habrá que esperar como mínimo un salto de generación.
Acordados todos los puntos anteriores con más o menos concesiones de un lado y de otro y con meses de diálogo, sudor y lágrimas de todos, se cierran las condiciones y se marca una fecha. El pueblo catalán sale en masa a votar, al ser algo auspiciado por todos. En los años 2012-2013 la mayoría independentista en Cataluña es mínima. Sale un no. Y rotundo. Pero legal y legítimo.
Esto, señores, es lo que NO pasó en España hace 4 años.
Claro es, le estaríamos pidiendo mucho a nuestra clase política actual si hubieran actuado así. Qué decir de gran parte nuestra clase periodística. Y no vamos a olvidarlo y mucho más triste, a la opinión pública general. Para que todo lo anterior se hubiera producido, la inteligencia política de quien nos gobierna desde Madrid tendría que haber sido mucho mayor que la de aquél que sale a decir «hemos sido un ejemplo para el mundo» el mismo día que periódicos de todo el mundo te catalogan como The shame of Europe.
Políticos catalanes: éste no es un post que os defienda. Habéis estado años vendiendo ideas falsas: que si Espanya ens roba (con lo que tenéis vosotros mismos), que si en Andalucía no paga impuestos ni Cristo, que si en Cataluña había una mayoría que quería la independencia. Habéis alentado (pero no sólo vosotros) un conflicto con el resto de Comunidades Autónomas, con cierto aire de superioridad y a veces mucho aire de desprecio. Habéis pecado de un pseudo-fascismo que tanto criticáis cuando intentáis imponer vuestras ideas sobre las del resto sin ningún tipo de miramientos. Pero claro, es que el nacionalismo no deja de ser una clase de fascismo. Pero lo peor es que habéis permitido que el mayor conflicto se genere en vuestro propio territorio, entre los que consideráis iguales. O ni iguales, porque muchas veces habéis pecado de golpearos el pecho como los más demócratas, cuando al mismo tiempo habéis defenestrado cualquier idea o símbolo de aquellos que no opinaban como vosotros. Y por último habéis sido muy irresponsables, lanzando a vuestro propio pueblo a una senda incierta, aún sabiendas de que como mucho estaréis en un fifty-fifty. Les habéis dividido, enfrentado unos contra otros, y enfrentado contra la policía y la Guardia Civil, porque sabíais que iba a pasar, y como siempre y por desgracia los que os vais de rositas a casa sin un porrazo sois vosotros y los que reciben los palos son otros.
Políticos del resto de la autodenominada España: dais asco. Lo digo así, públicamente, y sin ningún tipo de temor o atisbo de arrepentimiento. Dais asco, vergüenza y pena. Sois una sombra difusa de lo que podría medianamente considerar «El manual del buen político» como ejemplo de análisis. No tenéis ningún tipo de mira no ya política sino social, y habláis desde vuestra tribuna a sabiendas de que los únicos ante los que podéis quedar bien serán vuestros hooligans incondicionales que da igual las cagadas que hagáis que os van a seguir votando, y vuestros medios de comunicación, privados y lo que es peor, públicos, cuya credibilidad cada vez más deja en evidencia la monarquía bolivariana ante la que nos encontramos. Habláis de democracia, Constitución y legalidad, y a medida que pronunciáis esas palabras un mar de carcajadas retumba en un eco que llega hasta vuestros propios oídos, pero tenéis tan poca vergüenza que creo que os llegáis hasta a creer vuestra propia mentira. Habéis estado años pactando con los que ahora llamáis cada dos por tres ilegales, otorgándoles cualquier cosa que os pedían a sabiendas de que creaban un desequilibrio con el resto de regiones. Pero eso daba igual porque os aprobaban lo que os hacía quedar supuestamente bien. No obstante no habéis tenido pudor nunca en lanzar improperios contra catalanes, vascos y andaluces, como si las nacionalidades de las que habla la Constitución que tanto ensalzáis estos días fueran estorbos que nunca debieran haberse reconocido. Fomentáis desde la sombra el boicot a los productos catalanes y el odio hacia su lengua, como si fuera ruso y no se entendiera medianamente bien. No dais argumentos razonados y os basta el «no porque no» sin más apertura al diálogo. Criticáis el 3% (y hacéis bien) y se os olvidan los cientos de casos de corrupción que minan nuestro país y le hace quedar a la altura del betún ante los ojos del resto del planeta.
El domingo 1 de octubre de 2017 podrá o no terminar apareciendo en los libros de Historia, pero si lo termina haciendo será por la incompetencia, torpeza y falta de sensibilidad de quienes nos gobiernan. A ellos les bastaba una imagen, una sola, para ser unos mártires. Y les habéis dado decenas. Y estamos de acuerdo: no todos los que actuaron ese día en Cataluña serían unos bestias. Pero ahí están los vídeos: fue desproporcionado, ilegal o no, en muchísimos casos. Me avergüenza un país donde se emplea de esa manera el uso de la fuerza de esa manera cuando el acto que se pretende evitar es una votación (ilegal, sí, pero una votación al fin y al cabo) y no se emplea para evitar casos de corrupción o destrucciones de evidencias de la misma en la sede del partido político que gobierna. Me avergüenza un país donde la reacción de algunos es cantar el cara al sol y cantar «a por ellos» a la Guardia Civil como forma de manifestar la supuesta unidad nacional. Me avergüenza un país que se enfunda en banderas rojigualdas y llena los balcones como símbolo de patriotismo, y donde se nos echa en cara al resto el no llevarla como símbolo de lo contrario. Me avergüenza cada golpe dado el domingo pasado como única respuesta ante una cuestión que traspasa lo legal. Me avergüenza cada uso supuestamente legítimo de la fuerza que se hace en nombre de mi país cuando queda visto, en muchos casos, la ausencia de violencia que había en las personas allí congregadas. Que haya fotos falsas u otros casos en que sí hubo violencia por parte de algunos votantes no justifica todo lo demás, y de nuevo me avergüenza que en mi país haya muchas personas que lo defienden con aplausos y golpeándose el pecho con orgullo. Esto es parte de mi país, y desde luego somos merecedores de una versión del Boss con un «Born in the Spain» que nos dé caña.
Ha creado más independentistas en estos años recientes el Gobierno central, con su pobre respuesta ante una cuestión que no para de crecer, que los propios Puigdemont, Artur Mas o Piqué. Cuando una cuestión en una sociedad da signos de ir más allá lo meramente legal, el marco jurídico no debe ser un impedimento. Las leyes están para cumplirse, sí, pero cuando una ley no está al servicio de lo que realmente la mayoría de una sociedad demanda, se tienen que encontrar los medios para adaptarse a la realidad social del momento.
Dicho lo cual, mucho me temo que esta actitud de laissez faire de Rajoy y compañía, sin diálogo y con un no rotundo continuo, lleva al independentismo a ir creciendo cada vez más y más. Y si esto no hay quien lo pare amigos, tarde o temprano se le tendrá que dar solución, y a este paso precisamente lo que conseguiremos no es que se vayan, sino que les habremos invitado a irse. Sólo espero que la solución sea pacífica y que los catalanes puedan decidir qué quieren hacer, si quedarse o abandonarnos. En cualquier caso, el resto de los que formamos este puzzle espero que recapacitemos, y no empeoremos la situación más aún de lo que está, o la brecha será difícilmente superable. Yo no entiendo una España sin Cataluña, pero tampoco entiendo una España con una Cataluña rota y con un odio creciente hacia todos los demás. Y me duele decirlo pero si realmente el día de mañana hay una mayoría social que realmente quiere independizarse, con mucho dolor habrá que aceptarlo y no bloquearlo hasta el absurdo.
En cualquier caso, si se quedan, que sea porque nos quieren. Y si se van, que no sea porque nos odien.
Lo acabo de leer y solo puedo decir CHAPÓ. Estoy con tu padre : deberías hacerlo llegar al mayor número de personas posibles. Bravissimo.
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Grandissima analisi come sempre Sindaco. Leggere i tuoi pensieri è sempre un piacere. Un saluto.
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Grazie mille magnaccio! Quando vieni a Madrid a fare una visita ad Estepar ed a me? Un abbraccio!!
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Di niente! Spero di venire presto, mi piacerebbe andare a vedere una partita al Wanda! 😉
Un abbraccio caro!
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Excelente. Merece publicarse y ser leído por el mayor número de personas, Santiago. Pero como la primera parte no se quiso llevar a la práctica, mucho me temo que la solución o salir de este atolladero es muy complicada. Y comprobada la altura política de nuestros gobernantes no se me ocurre cómo van a hacerlo.
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