Muy pero que muy buenos días!!!
– Quería empezar esta entrada pidiendo un minuto de silencio por Valentina Sedici, la coneja que tuvimos en el Erasmus y que murió a una semana de ganarse su libertad en Alemania.
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– ¡No! Nosotros no guardamos minutos de silencio por animales, ya que creemos que los únicos que tienen derechos son los humanos – dijo Toni Cantó.
– Bueno pues…vale, entonces guardemos un minuto de silencio por la viejecita de Reus que murió en el incendio.
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– ¡Ni hablar! Eso es populismo barato y aprovecharse de la muerte de una persona para sacar rédito político. Además, a mí no me cortan la luz porque la pago, y si no tienes pues ten cuidado con las velas que enciendes – dijo Francisco Marhuenda.
– Está bieeeen, pues yo que sé…vamos a guardar un minuto de silencio por…¿Labordeta?
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– ¡Niii de coña! Si no se ha guardado antes por otros diputados fallecidos, ¿por qué ahora por éste sí? – dijeron el PP y el PSOE en el año 2010.
– ¡Cojones! ¿Y entonces cuál es el criterio para cuándo sí y cuándo no?
– Pueees…
¡Ajá! He ahí la cuestión. ¿Cuándo debería guardarse el minuto de silencio por una persona o personas fallecidas? ¿Cuándo es sólo respeto, y cuándo homenaje? Con toda la peña que se muere a diario, ¿cuándo es oportunista el minuto de silencio, o simplemente sentido común? ¿Quién lo decide?
Por ahondar en el debate que estos días está plagando las noticias como si no hubiera temas más importantes, quizá ayude saber cuál es el origen del minuto de silencio. Pues según parece, el primer acto de esta índole se celebró el 11 de noviembre de 1919, donde se guardaron no uno ni dos, sino dos minutos de silencio. El acto se hizo propuesto por el soldado australiano Edward George Honey en homenaje a los soldados caídos del ejército inglés en la Primera Guerra Mundial (porque él había luchado en su bando), en concreto en el primer aniversario del armisticio. (((Soy un pequeño crack, ¿eh?)))
Entonces es un homenaje, ¿no? Es decir, una forma de resaltar la figura de alguien o un grupo de personas. Y los homenajes, ¿los merece todo el mundo? Si muriese hoy Rodrigo Rato (((que hombre esperemos que no, haya lo que haya hecho))), como ex-Ministro que es, ¿se guardaría también un minuto? ¿Y si muere Merkel? Como Canciller de un país aliado es posible que sí. ¿Y Fidel Castro? Ojú la que se armaría. Si Podemos quisiera por ejemplo, y los otros se negaran, que si doble vara de medir, que por qué para éste lo piden y para otros no, que por qué unos lo guardan con una y no con otro, que si…uf, qué pereza, Fidel no te mueras ahora por favor.
Y ya si nos ponemos con la presunción de inocencia…apaga y vámonos, los diálogos de Sócrates se quedan cortos… Pero y a todo esto, ¿y qué más da? La persona se ha muerto y dudo que le importe a estas alturas tres pimientos qué se haga o deje de hacer.
Y la pregunta la hago a la inversa. Señores de Podemos, ¿y qué más da? Guardaron el minuto en el Senado, y no en el Congreso. ¿Por qué? ¿Y si hubierais guardado el minuto en el Congreso y luego hubierais siguiendo atizando la figura política de Rita, nadie se hubiera quejado, y se podría haber sacado a la luz algún tema más importante, como que habéis conseguido que se apruebe la discusión de la subida del salario mínimo? ¿O los otros juicios que sí quedan abiertos por casos de corrupción? ¿O la pobreza energética? Con lo buenos estrategas políticos que sois en muchas ocasiones, ¿no podría ser que estas reivindicaciones os hacen más daño que ayudaros, y seguirán repeliendo a ese sector «intermedio/moderado» que podría plantearse votaros en algún momento? Con la de otras cosas que hacéis que son resaltables, alimentar vosotros mismos a sabiendas de lo que va a pasar este tipo de publicidad…no sé, llamadme loco, igual es echaros piedras sobre vuestro propio tejado. Que vale que ninguno de los grandes medios ha sacado la otra cara de las opiniones, la de aquellos valencianos avergonzados porque su país haga homenajes a su ex-alcaldesa, o que en este país se hable más de ti cuando estás muerto que cuando estás vivo, y lo de que Barberá había estado declarando en el Tribunal Supremo unos días antes de su fallecimiento ocupó la décima parte de tiempo en los telediarios que lo de ahora…
Pero ahora ya está, basta de debatir. Guardemos silencio porque ya es viernes, y eso sí que merece un homenaje.
¡Buen finde!