El post del viernes · Opinión

Querido Pablo Iglesias

Querido Pablo Iglesias:

Lo primero, espero que no te importe que te tutee. Sé que el miércoles cuando lo hizo Patxi López saltándose el protocolo hiciste alusión a ello, pero estamos en otro contexto y como eres como eres, no creo que te moleste.

Lo segundo, aunque tengo blog no me considero un bloguero ni mucho menos, para eso hay que echar más horas y, sobre todo, tener más seguidores y visitas que los que yo tengo. Por tanto, soy consciente de que esto lo leerán pocas personas, pero espero que si llegas a hacerlo entiendas que no enarbolo la bandera ni opinión de nadie más que la mía, y que mi intención no es hablar «en nombre de» ni mucho menos. No obstante (y aunque peque de exhibirme demasiado, me apetece confesarlo para darle más énfasis a mis palabras), sí creo que puede que hable en nombre de algunos que como yo te votamos en las pasadas elecciones generales. En mi caso particular, súmale unas municipales (bueno, llamémosle «Participa Sevilla»), autonómicas y europeas, y hasta llegué a financiaros para ésa que fue vuestra primera participación política.

Cuando erais prácticamente desconocidos, me gustasteis y me decanté por vosotros por varios motivos. Por un lado, acababais de aterrizar en política, aunque en realidad ya llevabais años en otras lides, ya fuera transmitiendo vuestros ideales en vuestros respectivos trabajos, en platós de televisión, o bien en las plazas, como os gusta nombrar. De hecho, vosotros mismos habéis reconocido que vuestro germen es una de esas plazas, donde se encuentra (y qué bonita casualidad) el kilómetro 0 de las carreteras españolas, y otras muchas que en toda España generaron un movimiento que entusiasmó a millones de personas en todo el mundo. El hecho de estar recién llegados os daba la ventaja de poder presumir con respecto a los de siempre lo que muchos estábamos deseando: limpieza.

Por otro lado, compartía buena parte de vuestro contenido y fondo. Como vosotros, considero que una democracia no es tal si existen imposiciones desde aparatos e instituciones externas que terminan doblegando la voluntad de todo un pueblo. Fue Thomas Jefferson quien dijo:

las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron.

Además de ello, compartía vuestras ideas contra la corrupción, la pobreza, los desahucios, la redistribución de la renta, el proyecto de una reforma fiscal, mayor inversión social, la renta básica (que desgraciadamente, abandonasteis)…y así, otras tantas.

También me gustaron vuestras formas, porque aunque creo que es más importante el fondo, no hay que quitarle a éstas su peso. Me gustó que publicarais abiertamente vuestras cuentas en la web, que no os financiarais por bancos, que las decisiones sobre programas, medidas y la elección de representantes fueran hechas por votos directos (y no sólo de militantes afines). Y el tono que empleabais, era comedido. Es cierto que desde un principio, Pablo, teníais coletillas (qué gracioso juego de palabras aquí, por cierto, aunque ha sido sin mala intención, lo prometo). Que si casta, que si puertas giratorias, que si la troika… A mucha gente no le gustaba, pero qué coño, había que hacerse oír, os salió bien, y a mí sinceramente sí me gustaba.

Y ya por último lo reconozco, porque hay que hacerlo. Parte de mi voto no ha sido mérito vuestro, sino desmérito de los otros. Ese hastío y «no os aguantamos más» de la gente, no lo habéis escondido y habéis sabido reconocer que es uno de vuestros puntos fuertes, y fuisteis inteligentes en aprovecharlo donde probablemente un partido como Izquierda Unida tendría que haberse crecido. Si por ese entonces Alberto Garzón no hubiera sido tan desconocido, quizá no hubiera hecho falta vuestra aparición. O si Julio Anguita hubiera seguido dando guerra en primera línea política, tampoco.

Vuestra irrupción en el panorama político español (y europeo) era necesaria. Lo reconoce hasta gente que no simpatiza con vosotros ni de lejos (lo cual tiene mérito), e igualmente los que incluso habiendo sentido cierta curiosidad hacia vosotros, finalmente no os ha votado. De esta última gente, cambiando algunas cosas de vosotros que voy a comentar, estoy seguro de que os acabarían votando. Y no me refiero a medidas, sino a las formas. Pero yo he dicho que no iba a hablar de terceras personas sino de mí.

Sinceramente, Pablo, espero que cosas que veo últimamente sean un teatro que persiguen un fin mayor, y que ese fin mayor sea realmente poner en práctica todas esas esperanzas e ilusiones que millones de españoles os han depositado. Si realmente, como buen fan de Juego de Tronos, estás midiendo los pasos que das como en una partida de ajedrez, no digo que me parezca bien porque estarías yendo en contra de esa política tan fresca, directa y transparente de la que has hecho gala. Pero fíjate, aún así en última instancia creo que podría pasarlo por alto si realmente, a la hora de la verdad, todo tuviera un fin bueno.

El problema es que a día de hoy sigo sin ver claro qué juega en todo ese fin las palabras que dedicaste a Arnaldo Otegi. No quiero que este post se convierta en un debate sobre él, su sentencia y recurso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el papel que jugó en la tregua de ETA que la izquierda abertzale vasca (con él al frente) declarase que abandonaba la vía violenta por la política. No quiero ahondar ahí, porque es complicado. Pero más complicado es que la inmensa mayoría de la sociedad española, hoy, asocie Otegi con la palabra «paz». La historia pondrá a cada uno en su sitio, pero las redes sociales y esos comentarios, en medio de un debate de investidura, considero que no son ni el momento ni las formas para que expreses tus opiniones al respecto.

Tampoco me gusta que cuando se te pregunta al respecto de esas declaraciones, saltes con que Ciudadanos se abstuvo con el PP en condenar en franquismo en una votación. ¿Es eso deleznable? Obvio que sí. Pero muchos de los que depositamos el voto eligiéndote a ti y a tu partido queríamos ver ese cambio y regeneración democrática en el cual el aludido no se dedica a tirar la bola hacia otro tejado, cayendo por desgracia en ese viciado «pero ése más» o «pero aquél peor». Lo de la cal viva…hombre, que sea o no sea verdad es importante, pero al final consigues que se quede en lo de menos si de nuevo las formas, el lugar y el momento te pueden. Todo eso Pablo, por desgracia, hace que el resto de tu discurso quede manchado, y que quieras o no la gente, azuzada por los medios, se va a quedar con esas frases. Has podido hablar de temas mucho más importantes, y con mejores formas, y doy fe de que te oí buenos minutos el miércoles. Pero, no sé si por falta de bagaje e inteligencia política en un momento determinado, las ansias te pueden, o que realmente todo esto es un teatro que forma parte de un fin mayor, al final , el contenido auténtico del discurso se diluye y queda en segundo plano.

Habéis llegado lejos, Pablo, todo el mundo te lo reconoce. Habéis llevado la voz de la calle y del 15M al Congreso, varias CCAA y municipios. La ilusión con los que muchos os hemos votado hacía tiempo que no la teníamos. Pero esa ilusión se está empañando poco a poco con cada uno de esos detalles. Si quieres, no digo ya atraer a los que no habéis atraído hasta ahora, sino no perder a los ya conseguidos, en mi humilde opinión vais a tener que volver atrás, a ser más comedidos, a no pedir ministerios y sillones cuando habíais dicho otra cosa, a no olvidaros que no sólo el PP es corrupción, y aunque el PSOE sea el mal menor por así decirlo, ellos también tienen lo suyo (mira si no en mi tierra). Vuelve a discursos como el de «sonreíd» o aquel magnífico que pronunciaste la noche de las elecciones generales en uno de los sitios que más te gustan, una plaza de Madrid, y deja atrás términos o expresiones que parecen más del 36 o el 75. Creo firmemente que hay que recuperar la Memoria Histórica a pesar de ser de una generación nueva, pero también creo que se debe cambiar el lenguaje cuando se habla de ella. Asume errores, y reconócelos públicamente. Ten la humildad de no tirar bolas fuera y pegar capotazos con causas ajenas. No olvides que el 15M era mucho más simple que cuestiones territoriales que pueden causarte malas pasadas, y que éstas deberían quedar en un segundo plano ante la emergencia social que vive nuestro país. Defiende tus votantes y tu discurso, porque es tu rol, pero modera el lenguaje cuando hables de otros partidos con millones de votos que merecen, cuanto menos, un respeto. Lo de la «Naranja Mecánica» tiene su gracia, pero no olvides que en muchas medidas y acuerdos básicos coincidisteis Rivera y tú en un cara a cara con Jordi Évole no hace demasiado. En definitiva, no te duermas en los laureles como si fueras un reverenciado político de la antigua Roma o Grecia que recibe su corona de laureles de oro y, sabiendo que podrá vivir de ella una temporada larga, se dedica a descansar y dejar de trabajar.

Te juegas mucho, y nos jugamos mucho. Espero sinceramente que el que no tenga idea de estrategia sea yo, y todo lo que vivimos estos días sea un teatro con un fin mayor: el del auténtico cambio. Tienes una responsabilidad enorme, mucho mayor que tu ego y debes asumirla cuanto antes, o corres el peligro de echar tú mismo por tierra lo que tú y otros habéis construido con tanto esfuerzo. Y yo también, a todo esto, que para eso os financié, os voté, y créeme que quiero seguir haciéndolo. Pero no me lo pongas difícil, o acabaré con la cara que tenías tú cuando lloraste dando un discurso.

Te deseo lo mejor, por ti y por todos. Con la mejor de mis intenciones,

Santi.

10 comentarios sobre “Querido Pablo Iglesias

  1. Suscribo lo que han dicho de las ilusiones perdidas de los votantes del PSOE de los ochenta, aquellos que irrumpieron como ahora lo hace PODEMOS. Que no caigan tan pronto en los errores de entonces, que atraían al personal con las promesas del NO A LA OTAN y luego nos engañaron vilmente con DE ENTRADA, NO A LA OTAN. Estos políticos se creen que los únicos inteligentes son ellos en este mundo; Cómo nos ofenden con tanta manipulación! Un poco de moderación, de humildad y de continuar escuchando a las bases, pues de otra manera acabaremos siendo CASTA demasiado pronto…

    Me gusta

  2. Todos callados cuando nos pisaban y amordazaban y ahora todos queremos un Pablo Iglesias a su medida bajo el chantaje de «ya no te votare». Hala, a votar a los mismos.

    Me gusta

  3. Efectivamente Santi … hay gestos , palabras y actitudes que sobran ; lo importante es el objetivo que se persigue , y no todos los caminos llevan a él . Ah !! y por cierto , es verdad , sí , que se aprecia ese «cierto grado de parcialidad» que mencionas (jaja). Un abrazo.

    Le gusta a 1 persona

  4. Me encanta todo lo que dices y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo contigo. Por todo esto creo que tendrías que publicar esta carta en algún periódico. FANTÁSTICA CARTA, Santiago,

    Le gusta a 1 persona

  5. La experiencia y la edad es un grado, Santi, pero esta especie de desánimo que se percibe en tu carta abierta ya lo viví yo a mediados de los 80, cuando con enorme ilusión muchos millones de españoles votamos el cambio dando nuestro voto a Felipe González y al PSOE. Necesitábamos aire fresco, gente nueva y preparada con un discurso y unas formas diferentes a las que habíamos vivido hasta entonces. Todavía ocupaban y mantenían el poder muchas personas del antiguo régimen y por eso fue tan importante su labor de desmontar, sin hacer peligrar la democracia, lo que ya había iniciado, con enorme mérito, Adolfo Suárez (por eso me duele también que Podemos ridiculice o le quite el mérito a las personas que tuvieron que jugarse literalmente la vida para consolidar la democracia, creo que no es justo o no se conoce bien la historia).

    Pero poco a poco, y no creo que fuera sólo por su culpa sino porque las circunstancias eran adversas y las presiones eran muchas, el PSOE fue cambiando. El partido fundado por Pablo Iglesias, el verdadero, el de Ferrol, el que decía «Cuando los burgueses nos aplauden, es que algo estamos haciendo mal», el que del «No a la OTAN» pasó a «la OTAN, de entrada, no» y después al «Sí a la OTAN», el que luchó contra ETA al principio con mucha valentía y determinación pero después se saltó todas las leyes democráticas, que se alió con la banca, que ha convertido Andalucía en un cortijo (diga lo diga Susana), etc., ya no es aquél de finales de los 70 y principios de los 80, por mucho que se cabreen cuando se le dice.

    Hay que reconocerle mucho mérito a los socialistas, que a España, como dijo en su momento Guerra, ya no la conoce ni la madre que la parió. Pero se han convertido en un aparato de poder, que quieren mantenerlo a toda costa.

    Y lo que puede ocurrir, si nadie lo remedia, es que a Podemos le ocurra lo mismo. No se debe intentar alcanzar el poder a cualquier precio, queriendo hacer tabla rasa de todo, insultando,manipulando la historia. Sigo pensando que Podemos y también Ciudadanos, por qué no, son muy necesarios en la España actual, que han obligado a los partidos tradicionales a cambiar el paso, que han puesto el dedo en la llaga de la corrupción y de la injusticia. Son muy necesarios, como lo fueron el PSOE y UCD en su momento. Espero que no caigan en los mismo errores.

    Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s