Buenos días zagalessss!!!!
Ayyy que calorcito empieza a hacer ya y cómo se nota, ¿eh? La gente ve el sol, se pone nerviosa y empieza a inundar las terrazas de esta ciudad, las discotecas al aire libre, el río… y da igual la edad que tengas y que te hayas convertido en alguien serio y supuestamente responsable, porque si tienes hijos pequeños ya sabes, ponlo en su carrito y llévatelo en medio de tol meollo con la gente bebiendo, fumando, la ruidera, el ambiente sano sano…CLARO QUE SÍ, CAMPEÓN. Aunque si vuestra hija está más crecidita, mejor no sabed qué hace saliendo de casa enseñando hasta la campanilla desde abajo y hasta la uña del deo gordo del pié desde arriba, con sus tatuajes y piercings en el ombligo de por medio. Si tus ídolos son los participantes de Hombres, Mujeres, Capote y Viceversa, te habrás dao cuenta que el gimnasio empieza a caldearse cada vez más y la expresión «oler a cuarto de baño con restos de diarrea y resaca Erasmus» se empieza a quedar corta. Da igual que durmáis como Marilyn Monroe, por las mañanas os empezaréis poco a poco a despertar bañados en una película pegajosa que os dificulta separaros de las sábanas. Si sois unos hippies rojos pro-etarras vota-Podemos que usan el transporte público en vez de ir en taxi hasta para comprar el pan como yo, entonces disfrutad del gordo seboso revienta-McDonalds que os restriega el sobaco y su correspondiente pelazo y aroma de Eau d’gordeau por la cara.
Pero os preguntaréis: un momento, si hace unos cuantos mails del viernes Santi era superfan del buen tiempo y el solecito. Bueno, veréis, yo era de los que creía que hay dos clases de personas en el mundo: a los que les gustan las palomitas y a los que no. Como más tarde descubrí que de estos últimos sólo existía una persona en el Universo y merecía morir de manera cruel y despreciable en la Plaza Pública, he pasado a ser de los que creo que existe otra categoría: los que cuando hablan dicen verdaderamente lo que opinan, o los que juegan a ser el Abogado del Diablo. Y a mí siempre me ha gustado ser de estos últimos y desquiciar a los cabezacuadradas que no hay quien les saque de su empecinamiento, por lo que de vez en cuando me gusta hablar en contra de mis propias ideas con tal de dar por saco.
Y a todo esto os habréis preguntado, ¿de donde viene la expresión «el Abogado del Diablo»? Pues vosotros sabéis que hace unos 2000 años hubo un hipster que promulgó el amor, fue tan crack que construimos el calendario a partir de él, que se hizo un grupo de colegas con el que montaba cenas tan épicas que después ya no se celebraba ninguna más, y que a uno de estos amigos que le caía muy bien le dijo «acho (fuentes fidedignas dicen que era de Murcia), fúndame una Iglesia, ¿no?». Y va el acho y lo hizo. Y esta Iglesia empezó a canonizar a gente. Pero claro, para ser canonizado la cosa no podía ser tan fácil, si no por ejemplo alguien como yo por el simple hecho de haber hecho 2 Erasmus y haber sobrevivido podría ser ya Santo…y no. Entonces en el siglo XVI se inventó la figura del «Promotor de la Fe», un experto en derecho canónico que lo que hacía era presentar pruebas en contra del candidato a ser canonizado, con la intención de hacer el proceso mucho más fidedigno, para que el que fuera nombrado Santo realmente pudiera decir orgulloso y sacando pecho «SÍ, SOY SANTO». Y claro, a este Promotor de la Fe, por precisamente presentar pruebas en contra de los posibles Santos, se le hacía llamar también «el Abogado del Diablo».
CHIANIANAAANNN qué bueno que soy. Amadme.
Que paséis un estupendísimo fin de semana y a consumir (que no consumar) a las terrazas que hay que levantar el país!
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