Siena

Dándolo todo: parte de Siena XXXII

PUNTO 1: HE GANADO EL COMUNIO DEL ERASMUS. YA PUEDO IRME DE AQUÍ TRANQUILO.

PUNTO 2: ¿SABÉIS QUIÉN HA GANADO TAMBIÉN OTRO TÍTULO ESTE SÁBADO? PUES ESO.

El lunes por la mañana descubro hablando con ese auténtico ángel en la biblioteca que la chica que podría haberse venido de Séneca el año que viene a Sevilla convirtiéndose en mi novia de amor al final no se viene. Me salgo apresuradamente de la sala intentando ocultar las lágrimas y balbuceando un «ha-hasta lu-luego». Esperando Luis y yo al profesor de Finanza Aziendale, ése que tanto nos quiso cuando nos recibió en su despacho (véase capítulos anteriores), en el pasillo comprobamos que realmente es un anti-sistema de mucho cuidao, porque a pesar de la clamorosa prohibición que hay en Italia el colega viene fumándose un puraco sin aspavientos de ninguna clase. Que lo hiciese en su despacho, vale, pero joeee machoooo. De hecho, hay un momento en que tengo la foto perfecta en la que él está fumando y un cartel de2×2 detrás con un «prohibido fumar» en grande y que podría usarla para chantajearlo y así aprobar de balde una asignatura que veremos a ver qué carajo hacemos Luis y yo si no. De todas formas esa clase vemos un brillo de esperanza cuando al pedir un manual en clase sólo Luis y yo tenemos (de la biblioteca evidentemente, lo de pagar 50 € pasábamos de hacerlo, es mejor gastarlo en…en…¿fotocopias?). Su comentario posterior fue «sus compañeros españoles vienen mejor preparados que el resto, ¿no?». +1 para Luis y yo, ya sólo nos faltan 17 puntos más para aprobar. Cuando termina esa clase paso de que me líen mis amigos con el buen día que hace y voy corriendo a casa a almorzar. Esa tarde dedico tiempo muy delicadamente a limpiar a Valentina, que por si lo habéis olvidado es mi coneja, ésa a la que ahora mismo sólo cuido yo a pesar de que la compramos entre 10 y yo fui uno de los que casi se niega pero que gracias al enorme sentido deresponsabilidad de mis amigos hasta el 7 de junio que Valentina se vuelva más internacional aún yéndose a Alemania con la novia deAlessio la cuido única y exclusivamente YO. YA SÉ que he puesto al inicio y al final de la frase lo mismo, las escribo largas pero sin perder el hilo, solamente era para RECALCARLO. En fin, ya mojado el conejo (ehhh…) me pongo al lío, que consiste en preparar para este jueves la que va a ser la mejor exposición sobre una sentencia en italiano de un alumno español. ¿Y por qué estoy tan convencido de ello? Porque si no me automotivo yo, estaría llorando por los rincones. Cuando muere el día me hago un revuelto de patatas con pimientos, cebollas y salchicas que sería capaz de alimentar a dos personas pero hoy tengo ganas de comerme el mundo, y nunca mejor dicho, y me lo zampo sin rechistar. Esa noche veo un reportaje que me han recomendado, «21 días en la industria del porno». No seáis mal pensados, es un reportaje perfectamente legal de Cuatro. Lo que sí que produce es que se me borra de la cabeza una de las mayores ilusiones desde que soy pequeñito que es ser actor porno. Porque claro, desde fuera todo es muy bonito, pero eso de que en realidad haya cámaras, luces, el del sonido, los mirones de obra y la de Cuatro haciendo por allí el reportaje pues no mola. Yo pensaba que tú te ponías y eso se grababa solo. Así no hay quien se concentre.
El martes por la mañana llamo al hospital para solucionar la factura que me ha llegado de mi visita hace un tiempo a Urgencias por una gripe. Gracias a la normativa vigente desde hace dos años del querido gobierno de Berlusconi, toda visita a Urgencias que no sea para algo grave tiene que ser pagada, sea de italianos o no italianos, y en alguna de esas dos definiciones entro yo. Le escribo a mi padre que es socio fundador de MSF, es decir, de «Morosos Sin Fronteras», para ver qué hago. La respuesta era clamorosamente evidente: «tú no pagues, ya averiguo yo». Al final, después de dos días intensos de búsqueda de legislación y recovecos para no pagar, y manejando la posibilidad no tan mala de dejarme tirado en Italia retenido por las autoridades fronterizas, acepta la derrota y me recomienda que pague. De todas formas, eso ocurrió más tarde y esa mañana fui a hablar con la profesora de inglés, esa asignatura que me he cogido por completar un poco el acuerdode estudio y que al final ha sido la que más problemas me ha dado por rollos raros de convalidaciones. Echaba de menos el comprobar lo laberíntica que es mi facultad, y lo de la búsqueda del despacho de esta tía supera con creces a las cruzadas de Indiana Jones. El caso es que como no he ido a ninguna clase le pregunto de qué va la cosa. «Pues mira, el inglés es un idioma, que es aquello con lo que la gente se comunica. Tú por ejemplo hablas una cosa llamada español, y estas clases servían para aprender a hablar otra llamada inglés. ¿Entiendes?». Mientras cojo apuntes de esta información tan útil para no perderme me voy dando cuenta de que me confié mucho pensando que como tengo el FIRST esto iba a ser coser y cantar, pero ahora resulta que esto es un curso de inglés especializado en lenguaje económico y se supone que tengo que saber hacer mi currículum vitae, describir gráficas, redactar un email formal despidiendo a algún empleado…y todo en inglés, claro.
Después de ir a clase con Luis Palencia, me dedico esa tarde a continuar haciendo el trabajo de la sentencia. Yo había declarado rotundamente que no saldría esta noche, pero cuando Víctor da por sentado que voy a salir yo no puedo hacer nada, claro. Da igual que tenga boquita para decir «no», «hoy mejor no», «ya otro día»…algo por el estilo. Es más, cuando me conecto al Tuenti y hablo con Luis le incito con un «convénceme para que salga hoy». Evidentemente antes de que dijera nada ya estaba convencido yo solo. Cuando salgo decasa con los hielos a mano llamo a esta gente para ver dónde están y escucho mucho ruido de música y gritos. Al parecer regalan sangría en el Barone Rosso y llevan liados desde las 9 mis amigos. Me encuentro a Feli, un madrileño responsable donde los haya que había ido a España nada más que para votar, y además por UPyD, y nos vamos juntos para allá. En el Barone hay poca gente pero efectivamente hay sangría, peor lo de «regalar» es relativo porque pagas 2 € y puedes beber «toda la sangría que quieras». Cuando voy a por la segunda copa se ha acabado y me dicen que no van a a reponer. Sale la vena de mi padre y tras montarle un pollo consigo que el tío me regale 3 chupitos. La noche empieza en el Barone Rosso pero eso es sólo el inicio. Después de eso vamos a casa del sector Palencia y me encuentro a Feli saliendo para la plaza con mi lote. Me cuenta que hay división de opiniones de dónde beber y que unos quieren hacerlo en casa y otros en la Plaza. El que tiene un dilema soy yo: tengo mi botella en la Plaza y los hielos que he hecho yo en casa. Jum…solución improvisada: subo y meto en una bolsa la mitad de los hielos. En la Plaza pasado un rato afortunadamente nos reunimos todos porque hace muy buena temperatura (manga corta y creo que me sobra la mitad de los pantalones largos…). Nos entra la vena amorosa/violenta de tirarnos todos al suelo y tumbarnos unos encima de otro. Antes de provocar un espectáculo delante de toda la gente, nos pasamos por Al Cambio, que yo personalmente hace mucho que no lo piso (¿récord de días?). Cuando ya hemos sudado lo suficiente como para bajar la comida del día, nos volvemos a pasar por la Plaza para ir luego a casa de Kike que también hacía mucho que no usábamos como «after». De todas formas allí la gente quiere dormir así que después de pasar OTRA vez por la Plaza nos vamos a casa de sector Palencia, donde no está Alberto porque ha ido a España a hacer exámenes y visto lo visto y las horas que son Víctor y yo cumplimos con la tradición de quedarnos a dormir en su cuarto. Y Víctor como siempre cumple con la tradición de robarme la cama y me toca dormir con los cojines del sofá en el suelo.
El miércoles me despiertan a la hora de comer y me tienen ya preparado el plato. Qué bien se me trata en esta casa, algún día debería dejarles propina. Cuando llego a casa esa tarde me toca bajar de nuevo a la cruda realidad y terminar de hacer la Sentencia que presento mañana. Menos mal que como soy un chico responsable aunque no lo parezca ya la tenía bastante adelantada y la termino en cero coma. Esa noche me entero de que mañana mis amigos han organizado una barbacoa en el mismo sitio de la otra vez…bueeeno, total, como ya habré presentado la sentencia, ¿qué mejor que marcarme un homenaje?
El jueves llego a clase el primero como un campeón, y no sé para qué porque el profesor consigue el récord de llegar tarde y aparece prácticamente a las 9. Los que estamos en clase no somos demasiados, unos 10 o así, pero para otras exposiciones no había ido ni el tate y justamente para la mía se ve que quieren divertirse un rato y se presenta allí hasta el kiko. Soy el primero y después de ganarme al público asistente con un «antes que nada perdonadme por mi italiano», consigo hacer una exposición donde veo que hay gente que se mira y asienten entre ellos apretando la comisura de los labios como diciendo «es bueno, tío». La pena es que nadie se dio cuenta de que mi sentencia iba sobre un caso de Irlanda y llevaba ese día a posta mi camiseta de «Irlanda». Normal, a esas horas vamos todos muy dormidos. Después de conseguir lanzar un pequeño debate con mi sentencia y que se acabe mi turno, la gente se levanta, aplaude, gritan «PRESIDENTE, PRESIDENTE» y me hacen hasta la ola. Pasada la fantasía, me dirijo al punto de encuentro donde he quedado con el Abuelo y la parejita madrileña para ir a comprar la barbacoa. Los Estepares consiguen otro récord y aparecen media hora después, pero qué se le va a hacer. Cuando terminamos de comprar la barbacoa, quedamos con el resto de la gente y bajamos al que peligrosamente puede convertirse estos días de sol y calor en nuestro lugar más frecuentado.
Comienza el echar carbón, abrir las cervezas, quitarse las camisetas porque somos todos unos machos, echar la carne, mover las mesas a la sombra, abrir la 2ª cerveza que hace mucha caló para ser Siena y ser mayo todavía, sentarse a comer y charlar, charlar tranquilamente como si yo el lunes no tuviera un examen. Kike está «on fire» y se pone a contarnos que él de chico hubo una época en la que se dedicaba a inventarse chistes. Evidentemente no voy a contarlos todos, sobre todo porque escritos no tienen tanta gracia y si no es Kike quien lo hace se pierde el encanto y además me puede denunciar por derechos de autor, pero ahí va el primer chiste que inventó, con 13 añitos ni más ni menos (ADVERTENCIA: se recomienda la ingesta de 3 cervezas de 66 centilitros como dosis previa para reírte con este chiste, y analizar el cómo a un niño de 13 años se le puede ocurrir esto):
Esto que dos matrimonios se empiezan a hacer amigos y un día uno de ellos invita al otro a comer a casa. Mientras los hombres están charlando, las mujeres se dedican a comentar la casa, y la invitada le dice a la otra en el salón «uy, qué bonitas estas flores, hay que ver, qué bien cuidadas, qué coloridas, qué todo«. La anfitriona le da las gracias y sigue la noche. Al año siguiente, los dos matrimonios vuelven a repetir la tradición y se vuelve a dar la misma situación, en la misma casa además, los hombres por un lado y las mujeres por otro. Comentando las novedades de la casa, la invitada vuelve a decir «uy, míralas, las mismas flores que tenías el año pasado, qué bonitas, qué bien cuidadas, qué mérito más grande conservarlas de un año para otro así».
A lo que la anfitriona responde «ya, bueno, es que son de plástico».
PATAPAM PICHHHH!!!! (o lo que es lo mismo, sonido de batería con redoble y platillo).
El espectáculo duró varios chistes más. La pena es que esa tarde no nos pudiésemos deleitar con otra caída del Abuelo, pero al menos disfrutamos viendo como Kike y él de repente se pusieran a correr y hablar con una chica rubia que estaba dando varias vueltas al parque. Y le aguantaron el ritmo varias vueltas, oye. También dos señoras mayores vinieron a decirnos que el Alcalde de Siena había dicho el fin desemana pasado que aquellos que moviesen los bancos en ese parque de su sitio recibirían su merecido. Tranquilos, todos dudamos bastante seriamente que fuera verdad y la confirmación fue que allí en las horas que restaban no nos detuvo la policía. Con el atardecer puesto en marcha decidimos subir, y con todo recogido nos fuimos algunos a casa Palencia. Pero tanto beber y comer da mucho sueño, y mi cansancio me invitó a ir a casa antes de que nadie pudiera decirme «vamos a…».
El viernes por la mañana recibo un mensaje de Denise, la amiga italiana del grupo Erasmus que viene conmigo a una de las clases, y que debería haber interpretado mejor. Resulta que en esta asignatura hacen una cosa llamada «seminarios», y que consiste en que o bien un profesor viene a dar una conferencia o un grupo de alumnos presentan un tema. Vamos, las típicas clases que invitaban en Sevilla a irte a tomar un café o una cerveza según la hora. Pues en ese mensaje mi amiga me dice que no va a clase porque hay un seminario de Unicef, pero yo, una vez que me he levantado temprano, y Unicef es (perdón, era) sinónimo del Barça y este sábado es la final de Champions, pues me motivo ir a oír lo que se diga allí. Pero lo dicho, tendría que haberlo interpretado mejor porque no hay ni clase ni seminario, hay unas jornadas de Unicef en las que varios expertos dan charlas aquello ni pincha ni corta con mi asignatura. Epic fail. Y como no voy a volverme a mi casa así de rápido, decido ir a pelarme. Los 13 euros que pago merecen la pena por lo corto que me dejan el pelo para el calor que está haciendo ya, y por la conversación tan amena que tenemos sobre el Palio, las Contradas y qué hace un sevillano por estos lares. Me cuenta uno de los peluqueros que este domingo se celebra el concurso donde se eligen las otras 3 contradas que corren el Palio de julio. Por si no sabéis nada de la historia del Palio ya que no habéis venido a visitarme, os comento por encima. El centro de Siena está dividido en 17 Contradas (que son como barrios, con su bandera, su canción, etc). De esos 17, en cada Palio corren 10, y los 7 restantes automáticamente corren el Palio siguiente. Y para completar los 10 puestos faltarían 3, así que de los 10 que han corrido en el anterior se hace un concurso ante notario, con el Alcalde y demás personalidades en el ayuntamiento, y se van extrayendo una por una las banderas de las Contradas que corren por 3 de las ventanas del ayuntamiento que está en la Piazza del Campo. Y si sale tu bandera esa noche te emborrachas. Ese dato lo he agregado yo como punto adicional, pero como se cumpla que salga mi Contrada la hemos liado parda porque yo el lunes tengo examen, y encima oral, que me vería la carita de sufrimiento. Esa tarde mientras estoy estudiando recibo un mensaje al móvil español: a mis amigos que se iban hoy a Rumanía les han cancelado el vuelo y no salen hasta mañana. Putadón. Menos mal que se lo toman con humor y se divierten encargándome que escriba emails al hostal de Rumanía y cosas así ya que ellos no tienen Internet. Mientras sigo estudiando esa tarde con la ventana abierta por el calor que hace, empiezo a escuchar una especie de avión. Me asomo a la ventana porque me parece un ruido raro y compruebo que no es un avión. NO, ES UNA MALDITA ABEJA DEL TAMAÑO DE UN AVIÓN QUE ESTÁ A PUNTO DE ENTRAR POR MI VENTANA. En serio, no exagero, si no era la maldita abeja reina no era ninguna. Eso ó cerca de mi casa hay exposiciónde vertidos nucleares y los bichos de mi campo están mutando. Con una escena a lo película de «Jungla de Cristal» consigo cerrar la ventana antes de que la abeja se piense en llevarse a mi coneja como rehén. El resto de la tarde sigo un poco desconcentrado porque me parece que oigo zumbidos a todas horas. Esa noche los Estepares me invitan a cenar a su casa, a la vuelta de que Patri haya ido a Florencia a comprarse su vestido de graduación. En la sobremesa, a pesar de que yo soy conocido por hablar y hablar y hablar (escribir no tanto, fíjate), esta vez son los dos quienes me sobrepasan y entre unas conversaciones y otras me dan allí las 2 de la mañana y yo teniendo que estudiar.
El sábado prosigue mi calvario europeo. Entre que esa noche es la final de la Champions y el examen del lunes no doy a basto. A eso de las 8 de la tarde nos empotramos unos cuantos en casa de Javi y Patri y hacemos la previa del partido con palomitas y cerveza. Aunque todos mis amigos madridistas dan por campeón al Barça, yo no lo veo tan claro y los 10 primeros minutos de partido los paso fatal. Menos mal que luego llegó una cosa llamada «Gioca Bonito», «Tiki-taka» o como lo queráis llamar (y un individuo llamado Lionel) y se impuso la lógica. Los pobres vecinos de mis amigos tenían que estar asustados de mis gritos, pero esos no saben lo que es ver conmigo una final de Nadal, en la que es lo mismo pero con cada punto. El ánimo entre mis amigos no da para mucho pero todos nos bajamos a la Piazza que está llena degente a pasar un rato. Dos borrachos españoles, un chico y una chica, están dando un poco la nota celebrando la victoria y yo me avergüenzo un poco del espectáculo tan lamentable, pero tontos los hay en todos lados. Para pasar el rato llamo a Kike que está de excursión de fin desemana con su asignatura que consiste en «te doy créditos si haces excursiones». Qué maravilla, las mías son «te doy créditos si estudias Y YA SI ESO me gusta cómo haces el examen». Pero bueno, él no es el único, en Siena hay casos de gente a los que les pagan un viaje al sur para hacer fotos de la zona, con todos cubierto, y por ese reportaje les regalan una asignatura. O gente que va a hablar con el profesor y pide hacer un trabajo en lugar del examen y en una hora copian y pegan la Wikipedia y aprueban. PERO NO, YO TENGO QUE JODERME. Los ánimos se me pasan cuando dos chicas catalanas, contentas hoy evidentemente, me invitan a una cerveza. Pero antes de que se me pueda ir de las manos me escabullo y tiro para casa.
El domingo toca algún que otro evento deportivo que me distrae de mis deberes, pero bueno, mi concentración en general está haciendo que no haga falta tener la televisión encendida para ello. De todas formas, merece la pena ver el mítico circuito de Montecarlo y la ya tradicional metedura de pata con el himno español en la entrega de trofeos del Giro de Italia. Esta vez tocó el franquista, SÍ SEÑOR, COMO DEBE DESER OSTIA, Y YA PARA EL TOUR METED EL DEL TERCER REICH ALEMÁN, CABRONES. Por si quería excusas en mi continuidad de estudio, esta tarde se celebra lo de la elección de las Contradas que expliqué antes. Me planto en mitad de la Plaza como puedo porque allí hay más gente que en la puerta del Sol de Madrid un 31 de diciembre juntado con una manifestación de «Democracia Real YA». Por fortuna nos encontramos todos los amigos y vemos la ceremonia. Dura bastante poco, pero es curioso ver cómo la gente se vuelve absolutamente loca cuando sale la bandera de su Contrada por la ventana del ayuntamiento. Están desde el principio las 7 banderas de las Contradas que corren seguro puestas, y una por una van saliendo las otras 3. Espero hasta la última…pero nada, al final resulta que no he nacido con un áurea de suerte porque el Nicchio no corre. Para más inri, terminado el sorteo empiezan a sacar arriba las banderas de las 7 que se han quedado sin correr, y compruebo que mamones hay en todos lados porque las Contradas se mofan cuando sale la bandera de la Contrada rival. Y la mía sale la última, que es como doble mofa. Irse a tomar viento fresco. Me relajo antes de una agradable noche de estudio que me espera tomándome un café con mis amigos (a las 7 y media de la tarde más me vale aprovechar bien la noche porque voy a tener los ojos como platos). Lo que pasa que estoy bien jodido porque esta noche es la final de la Copa italiana y la echan por la tele…MALDITO UNIVERSO Y SU MALA LECHE…
La foto no es de la barbacoa de esta semana, pero al menos así veis la neverita que hemos comprado (muchos opinan que al no ser la cubierta azul enfría menos…).
Creo que para darle vidilla a este correo tengo que meter dos vídeos, uno comprometido y el otro…bueno, también comprometido. Empecemos con el segundo:
Y el otro:

Artículo 21 de la Constitución española:

1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa.

2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.

 

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