AFIRMATIVO: YA HE TENIDO MI PRIMERA VISITA OFICIAL A SIENA.
AFIRMATIVO 2: HA SIDO SUFICIENTE, NO VENGÁIS MÁS.
No sé si os he contado alguna vez que tengo cierta habilidad para tener esa típica mala suerte que no es muy grave pero que vaya si te jode. Pues el lunes por la mañana se demuestra una vez más que aparece cuando menos me lo espero. El despertador suena a las 7:30 y me digo «¿por qué carajo me acostaría yo ayer a las 2:30 si encima el sábado dormí poquísimo en casa de los de Palencia?». El sueño y las ganas de asistir a una emocionantísima clase de Derecho Europeo de la que seguramente ya sepa la mitad tiran de mí para que vuelva a la cama, pero me controlo y me digo «nooo Santi, ánimo que tú puedes ser un chico responsable». Pues bien, llego a clase y a que no sabéis qué. Pues sí, todos lo habéis adivinado, no había tal clase. En su lugar está una de las alumnas explicando que el profesor no viene y que en sustitución nos ha pedido que veamos un fascinante, increíble, divertidísimo vídeo de 2 horas sobre UNA MALDITA ENTREVISTA a no sé qué Comisario europeo italiano hablando sobre la crisis, Europa y demás temas que fumao debe ser un puntazo verlo pero a estas horas dela mañana y con este sueño DEFINITIVAMENTE NO. El profesor no está, somos 7 alumnos en clase los cuales van cayendo poco a poco hasta que cuando quedamos 3 la chica dice que si queremos nos podemos ir a estudiar, pero que por favor nos metamos en Wikipedia y busquemos información de este tío que es muy interesante y seguramente el profesor nos pregunte. LO VAN A HACER 2 PERSONAS. Las aproximadamente 3 horas que me quedan hasta la siguiente clase, después de calcular que sería perder el tiempo ir a casa a dormir y volver, las paso en la biblioteca, comprando apuntes y pegando cabezadas, puede que todo al mismo tiempo, aunque no lo recuerdo. Cuando termina otra más que interesantísima clase de Finanza Aziendale en la cual me doy cuenta de que no hemos hecho NADA (me encantan estos días universitarios…) como en la mensa con mi grupillo de amigos para ir corriendo luego a casa antes de que me líen a echarme una siesta. Al despertarme tengo tiempo de estudiar un poco (((no os creáis nada de lo que escribo, es que este correo lo lee mi madre y luego si sólo lee que bebo y salgo de fiesta me llama alcohólico))), hacer una tortilla de patatas que más quisieran algunos y ponerme «Cadena perpetua» que, afirmativo, no la había visto nunca. «Y espero nunca más perder la esperanza». Madre mía maldito peliculón.
El martes de camino de la facultad llamo a Luis Palencia, al que pillo con una voz ronca tremenda y me hace sospechar que ayer, siendo lunes, se lió de juerga. Me confirma que sí, pero que hará el esfuerzo de ir a clase por no dejarme solo. Cuando llega a la clase todo el mundo se asusta: es un maldito zombi ambulante. Dejo que se siente conmigo por pena y por lo menos para que me comente la jugada de ayer. Me jura que esta noche no se lía, que al plan que han hecho Víctor y compañía de empezar a beber cervezas temprano para hacer la previa del Madrid para luego ver el partido, cenar y salir de fiesta no se apunta, a lo que le digo que me juego lo que quiera a que sí. Mientras estamos conversando, el profesor dice como anuncio que no le gusta venir a clase los miércoles a las 8 de la mañana así que mañana no hay clase y que va a pedir que nos cambien la hora a más tarde. Esto se une a su lapidante frase que ya hizo en su día de «yo, aunque esté obligado por los Estatutos de esta Facultad, me niego a hacer prueba intermedia ahora en abril». Pues qué bien. Terminada la clase y mi almuerzo en la mensa voy a casa antes de que me convenzan de quedarme en la Plaza tomando el sol. Mientras estoy intentando estudiar, me llama el móvil del Abuelo, sólo que suena la voz de Joe con miles de voces y risas de fondo. «Santi, que le tienes que traer a Víctor un jersey que va a pasar frío el chaval». «Claro Joe, y ya de paso me lío con vosotros a beber cervezas, a ver el partido y a salir luego, ¿no?». «Ehhhhh, noooooo, solamente tienes que traerle eso a Víctor». «Anda y que te den». Al rato me llama Kike. «Santi, que te hemos comprado una botella de ron para compartirla con nosotros porque esta gente me ha dicho que salías». «Pues esta gente te ha mentido, yo hoy no salgo para nada». «¿Segurooo? Mira que es Pampero y ya habíamos contado contigo…». «Que nooooo me líesssss Kikeeeeee». Al rato me vuelve a llamar Joe. «Oye, que si te llama un nùmero que no conoces cògeselo porque hemos reservao mesa para ver el Madrid». «Vale, pero por qué me tienen que llamar a mì?». «Pues porque hemos dado tu nùmero de teléfono y hemos puesto a nombre de Walter Pandiani. Asì que te llamaràn como Senhor Pandiani y tù debes contestarles». «Ehhhh de acuerdo…». Cuelgo y pongo el móvil en silencio y mientras estudio no para de encenderse la lucecita. Consigo aguantar hasta el final de la tarde cuando me pongo tranquilamente en mi casa a ver el Madrid mientras ceno. En la tele italiana no echan el Inter, así que tendré que ver al final el resultado. Me cago en las castas de Adebayor y cuando termina el partido miro elmundo.es y…ehhh…¿cómo? ¿2-5? ¿ha ganado el Shalke? ¿HA METIDO RAÚL? NOTA MENTAL: HABLAR CON ÁLVARO DE ESTE MALDITO MOMENTO ÉPICO.
El miércoles por la mañana hablo con una chica de Nápoles (rápido, mira a ver dónde está tu cartera) que fue la que nos puso el vídeo de la entrevista el otro día y que según me cuenta hizo su Erasmus en Lyon y está aquí haciendo el doctorado. No le pregunto sobre si ha estado en España, porque sé automáticamente la respuesta (aquí el 99,99999% de la gente responde lo mismo: Barcelona). Después me voy a hablar con la famosa profesora que fundó el grupo Erasmus de aquí, y que evidentemente me acoge bastante más educada y gentilmente que mi querido profesor de Finanza Aziendale. Como he terminado así mi jornada universitaria, llamo a Kike para irme a su casa a echar unas cartas. Mientras echamos unos chinchones (sin premio) decidimos hacer un poco de pollo al horno hoy con pimiento, patatas, cebolla, vino y limón. No nos sale exquisito pero se deja comer. Tomamos unos cafés, amortizamos la Piazza y cojo el «colchón», si se le puede llamar así, que tiene Kike en su casa de sobra. El colchón, para haceros una idea, se puede llevar DOBLADO a mi casa e ir tirándomelo demano en mano si me aburro. Ya en casa, veo el partido del Barça. Sí, amigos, se huele una semifinal épica…
El jueves cumplo mi horario lectivo y me llego a casa (expresión patrocinada por Víctor S.A.), donde comienza la obra de ingeniería. Primero saco todos los trastos de mi cuarto. Aprovecho para reubicar algunos muebles que me va a hacer falta para luego: esta mesilla aquí, esta lámpara allá, esta muñeca hinchable por allí…Barro el suelo. Friego el suelo. Dejo que mi cuarto se seque. Limpio el baño. Como ahora el que no tiene donde ubicarse soy yo porque todo está mojado, decido hacerme la comida a las 12:30. Concluso, vuelvo a entrar las cosas sueltas en mi cuarto. Bien, y ahora, ¿qué? Tengo mi cama, la que sobraba del cuarto de Alessio y Lena que han decidido dormir apretaditos en la misma, el folio gigante que se hace llamar colchón que traje ayer de casa de Kike y nada más. Por fortuna, justo cuando iba a empezar a trabajar, llega Giancarlo con otro colchón y somier que le pedí ayer. Menos mal. Vale, ahora tengo otro problema. Tengo 3 juegos desábanas, 2 mantas, una colcha, una sola almohada y una ausencia de combinación entre las alturas de todos los colchones y somiers juntos, luego una cama no tiene sábanas, 2 van a pasar frío, 3 van a pasar mucho frío, 4 directamente no tienen donde apoyarse y a uno le toca dormir incómodo no, lo siguiente. Bien, veamos qué pasa si entre mi cama y el escritorio meto dos somiers y dos colchones.
Experimento 1: los somiers caben, apretados y quitando mi silla, pero caben. Los colchones también, pero son de diferentes alturas y la diferencia entre uno y otro podría generar una pendiente que ni el Angliru, así que opto por quitar el más alto y meter el de Kike. Sigue generando diferencia, pero menos. Experimento 1 APPROVED.
Bien, ahora me queda hacer las camas. Como con las tres juntas es imposible, quito una y hago la otra porque la mía evidentemente ya está hecha, qué os pensáis. La última es una odisea de movimientos que prefiero no contar. Ahora miro el resultado y me pregunto por qué me falta algo…ah, claro, no hay almohadas. Veamos qué se puede hacer.
Experimento 2: como realmente tengo 3 juegos de sábanas, uno ya usado para mi cama, y ahora mismo hay dos cubre-almohadas sin usar, podemos recubrir cosas que puedan servir como tal. Cuando trajeron a la coneja, adjuntaron mis amigos un cojín que servía para cubrir la caja y que no se escapara, cosa que posteriormente comprobé que era inútil, pero bueno, lo importante es que ahora sin coneja el cojín sigue en mi cuarto. Lo recubro y finiquitado. Para la segunda la cosa es más chunga, no me quedan almohadas ni cojines ni a mí, ni a Víctor, ni a Alessio. Tomo una decisión salomónica: hago una bola con mi albornoz color verde pistacho comprado en los chinos y lo recubro. CASI ni se nota. Experimento 2 APPROVED.
Bien, ahora me queda un colchón y un espacio a los pies de las 3 camas donde ubicarlo. Pero hay cosas que me faltan, básicamente aquellas que cualquier cama necesita: sábanas, manta y almohada. Veamos qué se puede hacer.
Experimento 3: tengo varias opciones y una de ellas es llamar a Javi y Patri y que me dejen ellos todo el material, pero eso implica subir hasta el centro, cogerlo todo y traerlo con toa la caló que hace, y teniendo en cuenta que de 4 personas que vienen, a 3 los conocí en diciembre, uno es buen anfitrión pero no gilipollas. Así que pregunto a lo más cercano, que es mi coinquilino italiano, y me salva la vida dejándome el pack completo. Pero no hay almohada. Piau piau. De todas formas, veo un poco de luz entre las sombras cuando me doy cuenta de que me ha dejado dos mantas. Como ya no hace tanto frío, ¿y si una la doblo y la pongo para reposar la cabeza? AFIRMATIVO. Experimento 3 APPROVED.
Bueno, pues ya está mi cuarto. Las malditas sillas estorban un poco pero ya se verá qué hacer con ellas. Por favor, todo menos partirlas en mi cabeza. Me comunican por línea interna que mis amigos ya están en Pisa y la están visitando un poco. Se supone que hasta las 5 o 6 como mínimo no llegarán a Siena, así que me siento en el ordenador y a pasar el rato. Cuando me llama a la hora Ale, salgo con todo el kitde bienvenida: bandera de España, camiseta de Barcelona y muchas ganas de cachondeo. Lo primero que me llama la atención es que de 4 pesonas, 3 son hombres y una sólo es mujer, pero es curiosamente la que conduce. Aquí qué carajo está pasando. Comentarios machistas aparte, aparcado el coche llegan los saludos correspondientes. Vienen: Alejandro, varón, 21 años, Matemático, onubense aunque estudiando actualmente en Kaiserslautern, Alemania, gracias al Erasmus concedido por la Universidad de Sevilla, conocido por Becas Europa. Javier: 20 o 21 años, no lo recuerdo, ´varón, Arquitecto, valenciano aunque estudiando actualmente en Kaiserslautern, conocido este diciembre por mi visita a Ale. Pedro: 23 años, varón, ¿Arquitecto?, murciano aunque estudiando actualmente en Kaiserslautern (tantas veces escrito ese nombre me ha llevado 9237423 horas) gracias a un Erasmus concedido por la Universidad de Alicante, conocido de la misma forma que Javier. Estefanía: 26 o 27 años, hembra, Arquitecta técnica si mal no recuerdo, valenciana aunque estudiando actualmente en esa maldita ciudad de Alemania, conocida brevemente porque la asusté tanto que desapareció el resto de días en mi visita a Kaiserslautern (mierda, lo he vuelto a escribir).
La cara de todos al entrar en mi cuarto es un poema. Mientras algunos se duchan el resto charlamos y, establecido el planning temporal desu visita, salimos para el centro. Antes hemos saludado a los padres de Víctor que han lleado y que se quedan en Siena exactamente los mismos días que mis amigos. AFIRMATIVO: SOMOS VÍCTOR, SU PADRE Y SU MADRE, EL ITALIANO Y SU NOVIA, ALE Y SUS 3 AMIGOS Y YO EN UNA CASA PARA 3 PERSONAS. REPITO. 10 PERSONAS. EN UNA CASA PARA 3. CON UN SOLO CUARTO DEBAÑO. SIN SALÓN. CON UNA COCINA ENANA. Como en todo buen recibimiento a una ciudad Erasmus tiene que haber alcohol, compramos algunas botellas y las dejamos en casa de mis amigos de Palencia que llevan liados desde que se despertaron esta mañana por culpa de una visita que tienen y que no les deja vivir. Salimos a la Piazza y me doy cuenta por las caras y los comentarios de la ciudad tan bonita en que me ha tocado pasar este año. Compramos en el ebreo unas cervezas, nos hace su descuento particular, compramos unos trozos de pizza y nos sentamos ensimismados (hasta yo que estoy ya bastante acostumbrado) en la Plaza a cenar. Poco a poco van llegando mis amigos y cuando vemos que la cosa está a punto de caramelo volvemos a casa Palencia y nos echamos unas copillas allí. La visita de la que os he hablado antes es un personaje, sin necesidad de añadir ningún apelativo más, que mientras estamos allí se dedica a usar un programa de ordenador que llama gratis a números fijos en España. Obviamente no llama para otra cosa que no sea gastar bromas. «Buenas noches señora. Le llamamos porque ha sido elegida para participar en un concurso de…de…bueno, en un concurso». Pasado el descojone general, bajamos de nuevo a la Plaza para unirnos al resto de mis amigos. La velada cumple sus expectativas: hoy somos unos cuantos aquí y el género masculino local se marca debates sobre política, religión, la verdad…he dicho el género masculino local porque el visitante, añadiéndome a mí por cortesía, se dedica a divertirse haciendo experimentos con la inclinación de la Plaza. Por casualidades del destino, creo que Ale & company serán la única visita que no haya entrado en Al Cambio al venir a Siena.
El viernes, a pesar de haber sido el último en acostarme soy el primero en levantarme. Duchados, desayunados, y ambientados con la música que les he puesto con los altavoces para despertarlos, nos espabilamos y compramos cosas para comer en el Conad. Les enseño la Basílica dei Servi que tiene unas vistas preciosas de la ciudad. Vemos también la Piazza del Mercato. Ale hace una pregunta que despuésde meses aquí jamás me había planteado. «¿Pero aquí ponen mercado?». Yo dudo un momento aunque le termino respondiendo que no, que simplemente se llama así y que mantiene la estructura del mercado y no hacen nada. Automáticamente Ale me dice «¿y entonces qué hacen esos puestos ahí?». Efectivamente mi cuello se va rodando cuesta abajo cuando veo claramente que hay puestos de comida, lo que viene siendo un mercado, instalados debajo de la estructura. Quedo a la altura del betún y demuestro mis amplios conocimientos sobre la ciudad. En fin, pasado el lápsus, compramos unas cervezas en el il Contro y nos tiramos bajo el sol del césped de la mensa a almorzar unos bocadillos con las preciosas vistas de la Toscana. Terminada la sobremesa, vamos al centro y POR FIN, 6 MESES, 7 DÍAS Y 15 HORAS DESPUÉS DE LLEGAR A SIENA ENTRO EN EL DUOMO. No voy a describir nada, sólo adjunto una foto que refleja una pequeña parte por dentro y a ver si os entran ganas de venir por aquí…Al salir sin palabras de allí, hago otra cosa que tampoco había hecho desde que llegué aquí y es entrar en una heladería. Cuando vamos a pedir me saluda el camarero. Resulta que uno de los amigos treintaañero/cuarentón deAlessio, con una hija pequeña que de vez en cuando ha traido a casa y sin estar casado, con novia ni nada, trabaja en la heladería. Mi amigo Ale se empieza a creer eso de que me he convertido en un mafiosillo aquí que se conoce a toda la ciudad. La anécdota, aparte de eso, es que tardo media hora en explicarles que quiero un batido helado de chocolate, ya que «batito gelato» no sirve como italoespañol, y ahora resulta que frappè es eso pero en italiano. Gracias a la casualidad la merienda nos sale más barata. El resto de la tarde la «aprovechamos», como poco más hay que ver de Siena, bajo el sol de Toscana, tumbados en la Piazza y uniéndonos a mis amigos. De camino de casa compramos provisiones en el Conad y nos hacemos de cenar en casa, a lo que añadimos unas cervezas en mi patio, unos acordes de guitarra por cortesía de Ale y una noche estrellada.
El sábado nos levantamos temprano (o eso recuerdo, no sé si la fuerza de voluntad nos lo permitió) y vamos a Florencia, donde nos hace un día de sol y calor tremendo. Dejado el coche en un aparcamiento cubierto que nos sabla 3 eurillos la hora, asín con «n» sin descuento y sin ná, damos un paseillo por la ciudad. Lo que vemos es lo típico: Santa Maria Novella, el Duomo, Piazza della Signoria, Ponte Vecchio, entramos en el Palazzo Pitti que toca día gratis y almorzamos unos bocatas en los jardines del Palacio. Allí las chavalitas no tienen nada mejor que hacer que ponerse en biquini, quienes lo llevan, o en sujetador…quienes lo llevan. Escabrosidades aparte, nos sentamos en una cafetería a descansar y tomarnos un capuccino/helado como Dios manda y posteriormente Ale y yo, como vemos que el viaje está siendo muy monótono, decidimos perdernos del resto del grupo. Una media hora más tarde nos reencontramos en la puerta del Duomo donde comprobamos que no es el viaje de Fani porque, para ser su primera vez por estas ciudades, le van cerrando puertas a su paso y el horario de visitas ha terminado. Lo mismo vuelve a suceder más tarde en la Santa Croce, donde decidimos que va siendo hora de ahuecar el ala y marchar para Bolonia. No obstante, nos da tiempo gracias a nuestro magnífico ton-ton (o ton-tona en este caso, ya que tiene voz de mujer y me dan ganas de ponerme a ligar con ella) de subir al mirador de Michelangiolo a ver atardecer.
Partimos camino de Bolonia y entretanto gestionamos el tema alcoholizarnos en la noche boloñesa por teléfono con la amiga española que conoce Ale y que está de Erasmus allí (si mis neuronas son benévolas conmigo su nombre era Elena). En Bolonia los 28 euros que pagamos la noche bien valen un buen hotel en todo el centro…y mira tú por donde lo tenemos. Habitación para nosotros solos, baño privado con todos sus AVÍOS, servicio vestido de chaqueta y no en chándal como en otros hostales cutres, desayuno buffet incluido, Plaza central de Bolonia al lado…vamos, TACO GORDO. Como el tema aparcamiento está algo más que complicado por el centro y la amenaza de multa vuela por encima de nuestras cabezas, tenemos que irnos a un párking un poco donde Cristo perdió el mechero (¿alguien me puede explicar el origende esta expresión?) pero que nos sale económico. Después de cenar en el McDonald’s como está mandao, nos encontramos con la amiga deAle & Company. Aquí toca un inciso. Digamos que Ale es de pueblo, y como toda persona de pueblo tiene sus cosas raras, y entre esas cosas raras a él le ha tocado el categorizar al sector femenino de una manera un tanto aleatoria. Si tú le preguntas un «oye qué te parece la actual novia de Cristiano Ronaldo» te dirá que la abuela de su amigo Pepe Oveja de Gibraleón es más guapa, mientras que aquella novieta que se echó con 6 años y que actualmente la llaman Chewaka merecería al menos estar en la final de Miss Universo. Pues bien, cerramos inciso. No hace falta explicar el mecanismo varonil que tenemos entre los hombres de que cuando un amigo nos menciona en una frase «yo tengo una amiga/conocida/me-presentaron-a-fulanita/etc» se le añade automáticamente un «¿pero está wena?». Como a mí testosterona me sobra evidentemente no rehuyo la pregunta sobre su amiga Elena a lo que responde un seco «qué va». Yo no quiero tirar de mi vena sevillana exagerando las situaciones pero creo que desde el colegio cuando me enamoré perdidamente de Rosa, esa típica niña morenita super ideal que como eres medio lelo al final se la lleva tu mejor amigo, no había sentido nada igual. Mientras nos da nuestro lote, nos presenta a sus amigos y nos encaminamos a la zona de asentamiento , yo intento medio balbucear un «gracias por todo» que seguramente, aunque no me acuerdo, se convirtió en el último momento en un «¿te casas conmigo?». El resto de la noche es bastante entretenida. Al principio hablamos poco con todo el mundo porque somos muchos que nos hemos juntado pero como en todo buen grupo grande tiene que haber una loca, un chaval que tiene más pluma que un pavo real sirve de conexión entre todos y empezamos a jugar a juegos estilo «cada uno tiene que decir 2 verdades y una mentira (o al revés) sobre su vida y el resto adivinarlos». Sumadles unas gotas de alcohol, removed con algunas sorpresas con las verdades de algunos y CHAN CHANNN, nos lo pasamos pirata. Tanto fue así que teóricamente Bolonia es una ciudad con una marcha increíble y con muchos locales pero terminamos por arrasar una Pizzería de madrugada y conseguir su cese denegocio, todo esto sin pasar por ningún bar/local/discoteca. Eso sí, Ale como siempre haciendo amigos allá donde va como San Miguel, termina comentando delante de uno de los grupitos que estaba con nosotros y que acabábamos de conocer esa noche, que eran de Palencia, que su Universidad era un «corral de gallinas». AFIRMATIVO, dijo «CORRAL DE GALLINAS» para referirse a la Universidad deunos chavales recién conocidos y que seguramente no tendrían otro incentivo en la vida. Fin de la noche.
Pocas veces nos ha pasado esto pero juro sobre el ron Pampero que tal y como nos acostamos en la cama nos levantamos al día siguiente. Sí, me refiero al estado físico/psicológico. Conseguimos a duras penas desayunar (perdón, conseguir de nuevo el cese de negocio del buffet del Hotel) y ducharnos, todo para dejar las maletas en el coche y visitar Bolonia. De allí pues volví a ver todo lo visto anteriormente más algo en lo que nunca había entrado que es un complejo de iglesias que curiosamente, y nosotros sin habernos dado cuenta, era el sitio donde estuvimos ayer por la noche. Concluida la visita, sin que faltase un momento de tensión en un bar donde el camarero les quería cobrar a estos 3 € más por cabeza al sentarse fuera, nos volvemos a Siena. Cenamos en casa y volvemos a repetir una noche más o menos como la del otro día.
El lunes intentamos levantarnos temprano pero no nos engañemos, no lo hacemos. No obstante pasamos por el Coop, un supermercado muy barato a las afueras de Siena al que entro por primera vez, a comprarnos sus cosillas para almorzar. Camino de San Gimignano nuestra ton-tona se vuelve loca cuando en una obra no podemos tirar por donde dice y tenemos que improvisar una nueva ruta nosotros. «Gire a la izquierda. No, su otra izquierda. Hace un rato le he dicho que girase a su izquierda y no lo ha hecho, gire 180 grados y vuelva a donde empezó. No me está haciendo caso y le van a seguir guiando 2 personas: USTED Y SU P….». A grosso modo todos sabemos que nos dijo eso. Por fin llegamos a la ciudad justo para la hora de almorzar. Y POR FIN yo, que en verano fui tonto y no lo hice, me tomo un fantástico helado en la que es conocida como capital mundial de los helados, donde una heladería lleva 5 años seguidos ganando el premio de «Campeona Mundial de Helados». Otra cosa que hacemos, aparte de ver las típicas cosas de San Gimignano, es entrar en su Duomo que no conocía y que me sorprende bastante porque parece ser que ya alguien en el siglo XI le dio por inventar el concepto del cómic y no tuvo mejor lugar que hacerlo que en las paredes del Duomo por dentro. Camino de nuevo de Siena, Ale me pregunta si paramos en un sitio llamado Monterriggioni y como ya es un poco tarde le digo que no, y como Ale es así toma la salida y paramos en Monterriggioni. Menos mal, la verdad, porque aquello aparte de ser una de las ciudades del juego Assassin’s Creed (NO, NADIE ME PAGA POR METER ESTA PUBLICIDAD) es una pasada de aldea que consiste en una plaza rodeada de murallas pero la Toscana es así, hasta un árbol con una placa al lado es bonito. De noche, como es el cumpleaños de Noelia, nos invita a todos a cervezas en la Piazza y echamos un buen rato donde yo me despido de mis amigos hasta más ver porque parto al día siguiente para Pisa con mis amigos, desde donde iniciaré una nueva aventura: Dublín.
NO OBSTANTE, Ale no se puede ir sin dejar su huella y vuelve a hacer amigos diciendo al despedirse de mis amigos «muchas gracias por hablar tanto con nosotros». Un medidor de ironía hubiera explotado, como en Los Simpsons.
P.S: dedicado a mi amigo Álvaro, copio el comentario que le dejé escrito en el Tuenti:
«SABES QUE EL SHALKE VA A LLEGAR A LA MALDITA FINAL DE CHAMPIONS AL IGUAL QUE EL PUTO MADRID. SABES QUE LA FIFA VA A SACAR EL DIA DE ANTES DE LA FINAL UN DECRETO URGENTE HACIENDO QUE LA FINAL SE JUEGUE EN EL BERNABEU. RAUL VA A MARCAR DOS GOLES. CRISTIANO OTROS 2. PRORROGA. EN EL ULTIMO MINUTO DE LA PRORROGA HACE EL ULTIMO CAMBIO EL SHALKE. ENTRA GUTI, QUE HA LLEGADO CEDIDO IN EXTREMIS COMO RECAMBIO. EN UN ATAQUE DESESPERADO DEL MADRID, BAJAN RAUL Y GUTI A DEFENDER Y LA ROBA EL CAPI. ENTRE LOS DOS SE EMPIEZAN A REGATEAR A TODO EL EQUIPO AL MISMO TIEMPO QUE CADA UNO DE LOS JUGADORES FICHADOS POR FLORENTINO, POR EXTRAÑAS CIRCUNSTANCIAS, SUFRE UN ATAQUE AL CORAZON. A PASE DEGUTI, RAUL MARCA EN EL ULTIMO SEGUNDO. INVASION DE CAMPO DE LA AFICION DEL MADRID. UNA BENGALA TIRADA POR UNO DE LOS AFICIONADOS DA EN UN AVION QUE PASABA EN ESE MOMENTO POR ENCIMA, DONDE JUSTAMENTE VIAJABAN ZAPATERO, RUBALCABA, CHACÓN Y EL FÉRETRO DE SANTIAGO BERNABEU. EL AVION SE ESTRELLA EN EL PALCO MATANDO A TODA LA MALDITA ACTUAL PRESIDENCIA DEL EQUIPO, MURIENDO TODOS LOS DEL PSOE Y REVIVIENDO MISTERIOSAMENTE BERNABEU, QUE PASA AL FRENTE AUTOMATICAMENTE DEL EQUIPO Y COMO PRIMERA MEDIDA LE DA LA COPA DE CAMPEONES A RAUL Y LO FICHA DE POR VIDA. A GUTI LE REGALA UNA BARRA LIBRE CONTINUA EN LOS BARES DE MADRID.
FIN»