Viajes

Tomorrowland 2024 (II)

Como continuación a la entrada de hace 2 semanas, voy a intentar seguir resumiendo la experiencia de Tomorrowland 2024.

ORGANIZACIÓN DEL FESTIVAL: ANTES DE LLEGAR

Una de las cosas que mi hermana, mis amigos y yo hemos valorado como un auténtico 10 del festival es la organización. Yo no sé cuantísima gente habrá detrás del mismo, pero chapó por ellos y por lo bien que está montado no sólo de principio a fin, sino desde mucho antes.

Además de lo que ya conté en la primera parte (web de la compra de entradas, simulacro previo, la cantidad de opciones que se dan para viajar y alojarte, etc), semanas antes del festival ocurren varias cosas:

  • Información y check-in de los vuelos. El «líder» del viaje (es decir, quien haya apoquinado la pasta para comprar las entradas) recibe a su debido tiempo por email la información detallada de los vuelos y cómo hacer el check-in.
  • Line-up. O el anuncio con el «cartel completo de los DJs», para los de la LOGSE. Correcto, esto ocurre DESPUÉS de haber comprado las entradas, no antes. Uno compra sus entradas para TML «a ciegas», sin ni siquiera un adelanto de alguno de los DJs estelares como ocurre en algunos festivales. Nada, si quieres ir a uno de los mejores, si no el mejor, del mundo, te la tienes que jugar. Pero no preocuparse que no fallan.
  • Aplicación de TML. El festival también habilita una app móvil que dispone de todo el calendario del festival, una radio propia, la posibilidad de guardarte artistas favoritos para que se te genere tu calendario personalizado de horarios y escenarios, un mapa interactivo del festival…muy cómoda e intuitiva.
  • Tráiler. Cada año, TML tiene una temática a la que acompaña un nombre específico. El de 2024, que celebraba el 20 aniversario del festival, el título era «Life» y la temática venía a ser un poco la vida, la naturaleza…todo muy Avatar, vaya. Al hilo de esto, tiempo antes emiten una especie de tráiler, que aunque tampoco dice mucho, sí te hace vislumbrar un poco de qué va a ir este año la cosa y, sobre todo, el diseño del escenario principal.
  • Envío de pulseras. Hasta esto es una experiencia. Te envían a tu casa unas semanas antes la pulsera del festival, y no te la envían en un sobrecito no. Te la envían en una puta caja que se abre con la temática de ese año y que le falta que salgan luces, humo y fuegos artificiales. Y la pulsera que viene dentro (incluyendo un collar de regalo, que actualmente luzco orgullosamente) nada tiene que ver con ninguna que yo haya visto antes (y no he estado en pocos festivales, la verdad): ni código QR feo, ni material de plástico…una especie de cuero y un trocito de metal con la mariposa (símbolo de TML) como contact-less que sirve para los pagos allí.
  • Cash-less. Obvio, cero efectivo en el festival. Lo único que la moneda con la que pagues tanto de forma anticipada (con una cerveza adicional por cada 100 € de recarga anticipada) como en los puntos de recarga o a través de la app durante el festival, te la transforman en «tokens» y tienes que ir haciendo un cálculo aproximado.

ORGANIZACIÓN DEL FESTIVAL: LLEGADA Y FIESTA PREVIA

Y llega el día en que te toca volar a Bruselas. Los nervios son infinitos, las expectativas ya no sabes si ponerlas altas o bajas, y repasas 27 millones de veces que llevas todo lo necesario en la maleta, hasta tal punto que metes el pasaporte por si acaso no vaya a ser que te lo pidan por viajar dentro de la Unión Europea porque cambien la legislación internacional de la noche a la mañana.

En nuestro caso, volamos desde Lisboa el jueves del segundo fin de semana, que era lo que conseguimos porque desde España estuvo imposible. Party-flight, triunfaso (:D), aunque no todos los vuelos que llegan a TML son con fiesta incluida, cuidado que igual no tenéis nuestra suerte y os decepcionáis.

  • Llegada al aeropuerto de Bruselas. A partir de aquí, desentiéndete de todo: la organización del festival te guía absolutamente en todo desde que bajas del avión. El aeropuerto está lleno de gente disfrazada que con sonrisas a lo Disneyland te van guiando hasta un mostrador específico donde te dan un sobre de bienvenida personalizado, y una pulsera indicativa del hotel donde te quedas (imagino que para los del Dreamville algo igual). Te llevan hasta un autobús que a su vez te lleva a una zona a las afueras del aeropuerto, ya decorada con temática TML, donde te dan un pack de bienvenida bastante chulo: mochila, periódico de TML, 1 agenda y un funda de documentación con diseños muy bonitos, un marcador de maletas y puede que una botellita de agua si no recuerdo mal (por si tienes sed, no porque te hayas adelantado con los tripis antes de empezar la fiesta). De ahí, coges a su vez otro autobús que te lleva directamente a tu hotel.
  • Hotel. En el propio hotel tienes desde el día que llegas hasta el que te vas una persona del festival que se ve que vive 24/7 en la recepción del hotel, y que te resuelve dudas, te da agüita todos los días (repito, para la sed), te da un periódico diario del festival, te informa de los horarios de los autobuses al festival y al aeropuerto de vuelta…desayuno buffet incluido.
  • Fiesta previa. Exacto, por si no fueran a ser suficientes los 3 días de festival que te vas a meter entre pecho y espalda, organizan 2 fiestas previas la tarde-noche del jueves: una en el Dreamville en un escenario que montan allí, y otra en Bruselas para los que nos quedábamos en hotel. La fiesta previa no es obligatoria (en realidad nada lo es, tú como poder puedes quedarte todos los días en el hotel o visitando Bruselas que nadie te va sacar a rastras de la habitación ni te va a echar en falta), pero sí recomendable. Aparte de que el sitio donde la montaron era enorme y chulísimo, hay DJs que luego pincharán en el festival (y música también) de 6 de la tarde a 12 de la noche sin parar. Y bebida y comida rica.
Foto que demuestra que éramos en verdad 4 personas y media en el grupo. Como Pablo decidió no beber alcohol ningún día, sólo vino una parte de él.

ORGANIZACIÓN DURANTE LOS DÍAS DEL FESTIVAL

Y ya sí que sí empieza lo gordo.

De los nervios seguramente duermas poco o te despiertes muchas horas antes de lo que realmente es necesario. Pero bueno, aprovéchate del buffet libre del desayuno del hotel y hazte algo de fantasía con la ropa, cara y cuerpo que luego vas a flipar en el festival.

  • Periódico diario. Como decía anteriormente, cada día generan un periódico sobre el festival, con entrevistas a DJs, los horarios de ese día, anécdotas, curiosidades, fotos, relatos…
  • Autobuses. A la ida te recogen puntualmente en la puerta del hotel autobuses a las 12:00 que te llevan a la puerta del festival. Hay como unos 30-40 minutos hasta Boom, que es el pueblo donde se hace. A la vuelta, viernes y sábado hay autobuses que te llevan del festival al hotel desde las 00:00 (el festival cierra a las 01:00) hasta las 02:00, más o menos, y el domingo se adelanta todo una hora. Además, si no tienes el «Full Madness Pack«, que es básicamente el todo incluido, y te has organizado por tu cuenta, juraría que hay autobuses regulares que van yendo de Bruselas a Boom, tren y VTCs y taxis. Pero repito, JURARÍA.
  • Accesos. Desde que te deja el autobús y te bajas tienes que andar un poco (con un hilo ambiental maravilloso que dice «is anybody selling an extra-ticket?») y llegas a pasar 3 controles, incluyendo uno de metales. Puede formarse un poco de tapón, pero nada del otro mundo. Si eres multimillonario y tienes pase VIP, pues menos o nada de tapón.
  • Baños. No tuve que esperar absolutamente nada nunca para ir al baño, y juraría que mi hermana y mi amiga Reyes tampoco. Además, en todos los baños te echan de forma gratuita desodorante «Old Spice» y crema solar si quieres. Los baños suelen estar bastante bien para ser un festival y hay bastantes en todo el festival y muy bien indicados. Si te meas en lo alto es que te lo has montado fatal, o eres un agonía, o te has pasado de la raya con las drogas, o las 3 a la vez.
  • Comidas y bebidas. Ídem que lo anterior. Para comer no tuve que esperar nunca nada de cola y hay todo tipo de opciones, y para beber igual, aunque aquí alguna vez sí tuve que esperar algo más pero fueron contadas veces por suerte. Hay por todo el recinto muy buena proporción de sitios para pedir, sin que tengas que desplazarte a tomar viento. Luego además de los típicos «food trucks», que aquí no son tales sino puestecitos decorados todos iguales donde sólo cambia el nombre y tipo de comida, también hay diversas zonas gourmet: una zona de parrilla y comida más elaborada, un mercado con cristaleras que da a un lago, con tumbonas y todo…y algún que otro sitio más.
  • Restaurantes con reserva. Nosotros nos quedamos sin opción, pero puedes reservar mesa en diversos restaurantes antes de ir al festival, algunos de ellos con vistas a los escenarios. Según oí, hay hasta un Estrella Michelín (que igual me lo dijo un cuñao llamado Javi que se vino muy arriba por haber ido ya otro año al festival, pero bueno).
  • Precios. Muy razonables y nada descabellados en comparación con lo que estoy acostumbrado a pagar en festivales en España. Es más, diría que en proporción es hasta más barato en cerveza sobre todo, y nada exageradísimo en comida, pero sí algo más caro quizá. Conclusión: revienta el buffet libre en el desayuno, bebe y no comas nada en el festival.
  • Salida. Si no quieres agobiarte dentro del recinto con las aglomeraciones de gente saliendo a la vez, mejor no esperes a la última canción del último DJ. Nosotros lo hicimos el último día con David Guetta y efectivamente es el único punto negativo. Si ya de por sí tienes unos 30-40 minutos andando desde la puerta de salida del festival hasta los autobuses (un caminito agradable donde te dan agua, hay baños, y todo lo que tú quieras, pero no me quiero imaginar lloviendo y con frío), si encima le sumas otra media hora o más dentro del propio recinto si eres un agonía que se queda hasta el final y te ves rodeado de miles de personas, pues hombre. Gente con claustrofobia o que se agobia fácilmente en multitudes, mejor no hacerlo. Eso sí, no hubo ni un amago de pelea (de hecho no recuerdo haber visto ninguna en todo el festival) ni de gente corriendo o agobiada.

LA EXPERIENCIA

Acojonante.

Increíble.

Inigualable.

No tiene rival.

  • Música. El festival son: 2 fines de semana, 3 días completos cada fin de semana, con 16 escenarios (más uno secreto) de 12:00-13:00 del mediodía a 00:00-01:00 de la madrugada cada día con DJs pinchando TODO el rato en TODOS los escenarios, por lo que vais a encontrar desde DJs mundialmente conocidos a DJ Franciskën (DJ Paco para los suecos). En nuestro año eso sí, o te gustaba el techno o te gustaba. De los 16 escenarios, localizamos 2 con música algo diferentes: una con música latina y reguetón todo el rato, que era como un frasco de colonia muy chulo (de hecho, te lo vendían como fragancia, literal, porque otra cosa no pero esta peña de marketing sabe un huevo), y otra con música extranjera más comercial (Sweet Caroline, rock, etc) que era como una casa de madera con jarras de cerveza a lo Oktoberfest.
  • Decoración. Sin sentido. No he visto nada igual nunca, ni creo que lo haga. Da igual que no te guste el techno o la música electrónica en general: te puedes quedar embobado en cada rincón con lo que tienen montado allí. Cada escenario es diferente y se esfuerzan en que audiovisualmente hablando la experiencia se te quede grabada en la retina.
  • Escenario principal. Aunque te recomiendas que no estés todo el rato en él, la verdad es que es para hacerlo. Cada año es el único que cambia 100%, a juego con la temática del festival de ese año, y parece que les gusta irse superando (aunque ahí y cada uno tendrá sus preferidos). Pero el diseñador, arquitecto o productos que tenga esa idea y diga «aquí me tiene que caber un DJ que no se moje si llueve con mucha gente detrás, altavoces para que se oiga al aire libre en un recinto con cientos de miles de personas, fuegos artificiales, agua, cascadas, luces de colores, láseres, fuego saliendo de muchos sitios y que nada se queme…y encima que quede bonito, pues joder, me quito el sombrero.
  • Ambiente. Buenísimo. No pueden entrar menores y diría que en general la media de edad es alta. Hay gente de todo el mundo, con muchas banderas y mucho disfraz, esto último una cosa que no nos esperábamos. La gente suele estar de muy buen rollo y aunque hay alguno que igual va más pasado de la cuenta, repito que no vi ninguna pelea a pesar de haber cientos de miles de personas. Lo que sí parece que hay competición por ver quién lleva el disfraz más currado entre los tíos sobre todo, y quién va más sexy entre las tías (perdón, pero es que es verdad).

EXTRAS

A todo lo anterior, sumadle que el festival tiene un tinglado montado a su alrededor que es un mundo. Muchos de los conciertos (los del escenario principal sobre todo) son emitidos en directo online, para los que se hayan quedado con ganas de ir. Por si no lo ves en directo, siempre se suben los vídeos de conciertos grabados a Youtube. Cuando te vas, por si te has quedado con ganas de más y estás triste en el aeropuerto, te ponen un DJ allí para despedirte que te monta un fiestón antes de volar que flipas. Hay una radio de TML, un laboratorio/hub en Boom que me imagino que servirá, entre otras cosas, como academia para futuros DJs. Por si no puedes ir al de Bélgica, hay otras experiencias TML a lo largo del año (más pequeñas) en otras localizaciones. Han montado una experiencia inmersiva del TML que este año viene al Wizink Center de Madrid. Han hecho hasta una jodida novela de fantasía del TML…

CONCLUSIÓN

Da igual que no te guste la música, la electrónica, la vida en general…tienes que ir al menos una vez en la vida.

Y avísame por si me uno.

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