El post del viernes

El post del viernes (LXXXI)

Muy pero que muy buenas tardes, golpistas!!!

En el verano de 2007, semanas antes de empezar mi primer año de universidad, tuve la enorme suerte de hacer una visita guiada al Congreso de los Diputados por dentro. Había conseguido engañar a unos pocos de que yo, supuestamente, era listo. No sólo listo, qué coño, de los 50 tíos y tías más preparados de España, ni más ni menos. Vamos, ni el Pequeño Nicolás engañó tanto. El engaño fue tal que me lo terminé creyendo hasta yo y se me subieron los humos a la cabeza…hasta que entré en primero de carrera y vi que, si conseguía estar entre los primeros 50 de mi propia clase, GRACIAS.

La cuestión es que ahí estaba, con otros 49 jóvenes llenos de ilusiones, escuchando a Manuel Marín (que en paz descanse), que por aquel entonces era el presidente del Congreso, darnos explicaciones sobre las votaciones, la historia del edificio y anécdotas varias. Uno de los momentos, obviamente, fue jugar a ver quién encontraba primero los agujeros de bala producidos por los disparos del 23 de febrero de 1981 (restos que, hasta donde yo sé hoy en día, siguen dejando sin tapar).

Y es que hoy es 23-F y no podía ser menos tratar el tema, ya que se cumplen 43 años del intento de golpe de estado (o lo que fuera) liderado por Tejero.

Miradlo ahí, si es que no sé cómo no lo vieron venir. Si con ese pasado de portero, tanto de edificio como de fútbol, vilipendiado por todos, viendo como su compañera ganaba un Goya y él después de tantos años en el oficio nanai, con ese padre tan horrible…pocos tiros pegó, vaya. Por tu culpa Toni Cantó se resbaló en la ducha y estuvo 18 años en coma en “7 vidas”. Y casi le haces lo mismo a mi padre, que también le pilló en la ducha escuchando la radio. Imagínate, hubieras impedido mi nacimiento…un mundo sin Santi. Escalofríos sólo de pensarlo.

En fin. Casi todos los países suelen tener esas típicas historias de las que poco se sabe, o de las que se saben cosas, pero dejan la puerta lo suficientemente abierta como para que la gente polemice, emita teorías conspiranoicas, y terminen germinando alrededor todo un conjunto literario y una fantasía de series y películas que intentan dar una versión más allá de los hechos que son públicos.

En Estados Unidos son todos unos expertos en ello. El asesinato de Kennedy, sin ir más lejos. Aquí en España nuestro Kennedy imagino que sería, en la historia reciente, Carrero Blanco, del que siempre se ha discutido que precisamente el gobierno americano, entre otros, estuviera al tanto del plan para atentar contra él e incluso diera su beneplácito.

Pero el 23-F no se queda atrás. ¿Estaba detrás el Rey Emérito del golpe y, en un momento dado, les dio la espalda a los golpistas para ganar en popularidad y apoyo público? ¿Fue un golpe de estado fake preventivo, orquestado por el propio gobierno de cara a evitar uno de verdad, teniendo en cuenta lo caldeaíto que estaba el ambiente por la época y las ganas que tenían muchos de volver a otra dictadura? A ese respecto, si no habéis visto el programa de Jordi Évole “Operación Palace”, os lo recomiendo. Seguramente hoy no tenga ya el mismo punch que tuvo el día de su estreno y sin que nadie supiera de qué iba el asunto, pero igualmente es muy bueno.

Por cierto, 43 años después la palabra “golpista” se ha vuelto a poner de moda. Últimamente se oye cada 2 por 3 que si hay un perro por ahí que es un golpista, un dictador, un tirano. No sabía yo que los perros podían serlo, pero digo yo que lo dirán con criterio, teniendo en cuenta esas acusaciones tan serias. Con lo que me gustan a mí los perros, y al parecer hay uno por ahí que impide que la gente se manifieste, vote, exprese públicamente su opinión, haya diversidad política, impone un régimen dictatorial, debe de encarcelar y matar a gente porque sí, consigue medidas unilateralmente sin el apoyo de nadie más, se pasa por el forro las leyes y los tribunales, y tira para adelante fuera el marco jurídico establecido…un escándalo, vaya.

De hecho, voy a dejar de escribir sobre el tema que igual me cierran el blog. Mejor paso, ya que estoy, a contaros el origen de la expresión “tener muchos humos” o “subirse los humos a la cabeza”, que tiene 2 formas de explicarse. En la primera, pongamos que un tal Leopoldo, que vivía hace muchos años, le quiere enseñar su pueblo a su amigo Segismundo, del pueblo vecino. Leopoldo sabe que su pueblo tiene más habitantes que el de Segismundo, lo cual en este momento de la Historia es una cualidad positiva, dado que quiere decir que el pueblo de Leopoldo atrae a más gente porque tiene más riqueza y prosperidad que el de Segismundo. Leopoldo sabe por su madre Gertrudis, que fue adivina hasta que se la llevó la lepra, que la calefacción centralizada y los radiadores no serán inventados hasta siglos después, y que de momento se tienen que conformar con calentar las casas con chimeneas. Así que a medida que se va acercando a su pueblo, Leopoldo le dice a Segismundo “mira, Segis, mira cuántos humos se ven saliendo de las casas, ¿eh? Más que en el tuyo” porque claro, más humos quieren decir más casas y, por tanto, más trabajo y riqueza que en el puto pueblo de Segismundo. La segunda parte llega cuando Leopoldo, para hacer más sangre, llega a su propia casa, que ha heredado de su padre Epifanio que era comerciante de estos que viajan mucho (de ahí que Gertrudis se tirara a medio pueblo y así la pobre pilló la lepra de Demetrio el panadero, ahora veis como todo encaja). Pues la casa de Epifanio y ahora de Leopoldo es de estas enormes, con muchas habitaciones y ambientes diferentes. Y claro, varias chimeneas para calentar las diferentes zonas. Leopoldo se planta enfrente de la casa y con una sonrisa de oreja a oreja, le dice a Segismundo “mira, Segis, mira qué de humos tiene mi casa”. Segismundo, que lleva un rato que está hasta los cojones de Leopoldo y no recuerda bien por qué son amigos, le suelta un “se te están subiendo los humos a la cabeza, Leo” y agarrando la primera piedra que encuentra, le revienta esa misma cabeza a Leopoldo y se queda con su casa.

FIN

Disfrutad del fin de semana, sed felices, y sonreíd!

3 comentarios sobre “El post del viernes (LXXXI)

      1. Es que escribes bastante bien. Por un lado, los temas: ingeniosos, oportunos, simpáticos…; por otro, una aparente anomia sintáctico-gramatical, pero sólo en contadas ocasiones. Pienso que eso se debe a que tu quehacer diario en lo que se refiere a la escritura es técnico. Pero esto puede ser que no. Que te lo pases bien

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